Fotografía aéra de Puerto Peña Febrero de 2014 Viaducto sobre el Guadiana y camping de Talarrubias. (Fotos del autor)
Puerto Peña es sin duda el lugar más significativo de todo el término de Talarrubias, si de lo que hablamos es de espacios de interés. Su paisaje, e incluso su clima, contrasta notablemente con la aridez del llano, convirtiéndolo en una especie de oasis en el que los talarrubienses muchas veces solemos buscar refugio.
Situado en el paso natural del río Guadiana, franqueando las sierras de la Chimenea y de el Escorial, últimas estribaciones de los Montes de Toledo, este punto ha sido también lugar de paso obligado hacia el norte, por personas y ganados desde tiempos inmemoriables.
Al igual como pasara con otros lugares de obligado paso cercanos, como los vados del peñón de Cogolludos, el Templaero o el cerro de la Barca, todos en Guadiana, aquí también se establecieron defensas del sitio para controlar el territorio a lo largo de la historia y aún pueden observarse en sus cercanías algunos restos de habitación y fortaleza realizados por íberos, romanos o árabes.
Y así fue, fragoso, escarpado e inseguro lugar de paso hasta mediados del siglo pasado, cuando para ser aprovechado con otros fines, esta vez controlar el paso del agua, se construyó la presa de “García Sola”, apellidos del desafortunado ingeniero director de las obras, que falleció durante la construcción de la misma.
Desde entonces, este recóndito lugar comenzó a transformarse de mano del hombre. A la imponente presa, central hidroeléctrica y nuevas vías de comunicación, en los años 60, se sumaron la construcción de un gran canal de regadío en la década de los 80 (Canal de las Dehesas), para rematar a, finales del siglo, con la construcción de un camping y posteriormente un tramo de la carretera N-430, con su esbelto viaducto de hierro y hormigón que salva el desnivel del río Guadiana, en su camino hacia el puerto de los Carneros y La Mancha.
Pero a la vez también se convirtió en un interesante atractivo tanto para foráneos como para gentes de la comarca, atraídos por el embalse y sus buenos recursos para ocio y deporte, su riqueza paisajística, así como su gran biodiversidad que a pesar de todo, aunque gravemente amenazada, consigue aún a sobrevivir a tanta intervención humana.
Fotografía aéra de Puerto Peña realizada en 1956 (Foto IGN Vuelo americano)
Para finalizar dejo algunas reseñas históricas que he podido recoger sobre este interesante lugar.
"El camino que de esta villa y pueblos circumbecinos que ba a Castilla, y es paso y vereda real de las cabezas lanares, es sumamente peligroso en el sitio llamado Puerto Peña, ya por lo expuesto a ynsultos de malhechores que han sido frequentes, y ya por su paso que es una bereda extrecha en peña biba, y sin reparo alguno, de modo que están expuestos los caminantes y cavallerías a precipitarse al río de Guadiana y caer en un pozo o playa de suma profundidad, y pide en necesidad un pronto reparo que pudiera hacerse no al maior costo, concurriendo Talarrubias a quien también le es útil este tránsito, que como tan preziso y único por estas ynmediaciones es forzoso repararle, o que continuen las desgracias por una y otra causa."
( Ynterrogatorio de la Real Audiencia de Estremadura. Puebla de Alcocer 1791)
El Castillo de la Peña
Castillo de la Peña en cartografía antigua
"En uno de los obligados pasos del Guadiana, cercano al lugar donde hoy se levanta la presa de García de Sola, también conocida por Puerto Peña, y sobre la escarpada roca que domina el profundo tajo, parece ser que levantó sus muros el agareno castillo que, según Terrón, figura reseñado en el siglo XI por Ubaid al-Bakri dentro de la "Kura" de Mérida con el nombre de "Sajra Abi Hassam" es decir fortaleza de la Peña de Abi Hassam y cuyo emplazamiento es confirmado por otros autores en distintas épocas.
Después de la Reconquista de estas tierras, aparece el nombre, ya castellanizado en varios documentos y bularios, como en el del deslinde realizado en 1241 por Fernando III entre las Ordenes Militares de Santiago y Alcántara, que en uno de sus apartados dice: "a castello quod vocatur Peña", o el de la cesión de los territorios de la Puebla a los alcantarinos, fechada en 1245 y en la que se lee: "inter castellum de Penna et Castellum de Alcocer". Ya en el siglo XVI, F. Colón nos da noticias de el diciendo: "... a medio camyno pasan un puerto dicho el puerto de las peñas que parecen syerras e en este puerto arriba dizen que hay un castillo de tiempos de moros".
De lo que no cabe la menor duda, es de que estas escarpadas peñas, desde las que se domina el escarpado paso del puerto, fueron el lugar idóneo para el asentamiento del castillejo o atalaya de vigilancia, que probablemente abandonó después de las escaramuzas después de la época de reconquista, fue poco a poco desmoronándose hasta quedar perdidos sus despojos entre la frondosa belleza que puebla este bello y agreste paraje."
(Texto del Profesor Juan Moreno Aragoneses, extraído de su recopilación manuscrita sobre "Castillos de Badajoz")
Y relativo a esto he encontrado este otro texto refiriéndose al dispositivo de defensa árabe durante la ocupación musulmana:
"Finalmente el entramado defensivo se completaba con una gran multitud de atalayas, más numerosas en aquellos lugares de escabroso paisaje y difícil orografía, denominadas "sajra", que en castellano equivaldría a peña o torreón. La misión de estas torres, de indudable valor estratégico, era controlar cualquier movimiento militar en la zona fronteriza y especialmente los caminos, cruces de rutas, cañadas y accesos naturales, situados por antonomasia a lo largo de los valles fluviales. Ante una situación de peligro, la eficacia de la torre-vigía se ponía de manifiesto al activar el mecanismo de comunicación, basado en señales acústicas o visuales, mediante espejos por el día y el fuego de noche. Estas señales se iban trasladando de una a otra, hasta comunicar y poner en situación de alerta a las guarniciones emplazadas en las fortificaciones y castillos." (http://www.tierrasdelcid.es/atalayas/3.htm)
Subir a "la Plaza del Moro" (que es como llamaban antiguamente a este lugar) es un bonito, aunque empinado paseo por estos montes. Pasando por la cueva de "la Mora", un llamativo abrigo natural en lo alto de la sierra próximo al cual podremos ver algunos vestigios de la antigua fortaleza (aljibe, lienzos de muralla, etc.) y sobre todo compartir con los numerosos buitres que sobrevuelan la zona la espectacular vista que desde allí se divisa.
No te pierda el video: https://youtu.be/RATZh3VxyRg