Fecha de publicación: 11-dic-2009 2:51:57
La piel, el calor, la cerveza
y el fantasma del movimiento
que junta la sal de los cuerpos,
¿y quieres que no lo rime con princesa?
De placeres colmada una mesa
cuando tu ataque me arquea la lengua
de amargo, de dulce y salado,
¿y quieres que no lo rime con princesa?
Si tu caoba se unta en mi fuego,
si tus luces encienden mi noche,
si la brisa en tí se detiene,
si gigante el agua levanta
las persianas del nuestro deseo,
¿cómo debo llamarte yo entonces?
Será que en la cima tu nombre
es como debo llamarme a mí mismo.
Será que, insondable, el abismo
enmudece de tanta belleza.
Será y no será, ¡qué riqueza
de tenerte y ser yo poseído!
Tal vez sea príncipe y bandido,
tal vez seas ladrona y princesa.
Si tu oscuro y mi claro se juntan,
si mi brillo es hoy tu escondido,
si los dos somos de ninguno,
si correr es quedarme en tu vientre,
si me voy y no llego a tus piernas,
¿cómo debo llamarte en mi río?