Su época: el convulso siglo XIX
"Es la más estéril y peligrosa utopía querer vivir del pasado" (Richard Wagner, 1813-83)
La palabra que define con mayor rigor al siglo XIX es sin duda alguna el adjetivo “convulso”. Revoluciones sociales, científicas, económicas, industriales y de todo tipo plagan los años que componen este siglo.
El siglo XIX es una época de progreso, un progreso ininterrumpido, en el que se percibía una sensación de mejora constante, como refleja una de las predominantes corrientes de pensamiento de la época: “el positivismo”.
Los progresos tecnológicos y científicos realizados a lo largo de esta centuria son superiores en número a los que se realizaron en cualquiera de los siglos precedentes. Este progreso se reflejará en el sorprendente incremento de la población, del orden del 40%, a consecuencia del fin de las grandes plagas que diezmaron los siglos anteriores y de la modernización de la agricultura.
A lo largo de todo el siglo XIX, el mundo rural se transforma debido a la modificación de las estructuras agrarias y a las innovaciones tecnológicas. La imposibilidad para los campesinos de comprar tierras y la maquinaria necesaria para su explotación, junto con la atracción de la ciudad industrial dan lugar a un extraordinario éxodo en toda Europa.
Los campesinos llegados a las ciudades se convirtieron en la mano de obra sometida a la explotación bajo una extrema disciplina de trabajo. Hombres, mujeres y niños se enfrentaban a largas y penosas jornadas laborales a cambio de exiguos salarios. Poco a poco se configura la clase obrera que, aunque heterogénea, engloba una nueva categoría dentro de la sociedad.
La aparición de un movimiento obrero que se enfrenta con la industria deshumanizada imperante será la causa de innumerables tensiones sociales en la Europa del siglo XIX.
El romanticismo irrumpe en el siglo XIX rompiendo con la convencionalidad y la rigidez predominantes en el anterior siglo de las Luces y de la Razón. Las voces de los artistas y filósofos se alzan en contra de la racionalidad imperante, tildándola de esterilizadora. La sensibilidad, la naturaleza salvaje, la felicidad personal, la pasión, serán los elementos inspiradores de una nueva forma de entender todas las artes.
Un nuevo sentimiento se forja en el seno de los pueblos que se convertirá en toda una ideología: el nacionalismo. Fruto del romanticismo y de las luchas políticas, como la ocupación por los ejércitos de Napoleón Bonaparte de algunas regiones, el nacionalismo se erige en semilla de la liberación y estandarte en contra de la opresión.
Frente a la sucesión dinástica y la tradición de los imperios centrales y el absolutismo, el nacionalismo se basa en las raíces comunes de los pueblos, el territorio, la historia y la lengua. Podría decirse que el objetivo del nacionalismo no es la unidad nacional, sino la concreción de un proyecto común.
Nacionalismo y liberalismo se conjugan creando graves problemas a las autocracias europeas (el imperio otomano, el austrohúngaro y el ruso).
La independencia de Grecia o las revoluciones de 1830 y 1848, llamadas “la primavera de los pueblos”, el resurgimiento italiano o la unificación alemana, reflejan la lucha entre nacionalismo y poder, cambiando para siempre el mapa político.
El movimiento nacionalista también tendría su aspecto negativo al sembrar en sus seguidores la convicción en la superioridad de sus naciones de origen.
Plaza del Teatro de La Scala en Milán en el siglo XIX
Para la burguesía del siglo XIX, la ópera era un acto social más que un espectáculo
CRONOLOGÍA
1801 Teoría de los números de Gauss
1804 Invención de la locomotora
1808 Fausto, parte I, de Goethe
1812 Retirada de Napoleón de Moscú
1814 Congreso de Viena
1815 Invención del metrónomo
1837 Coronación de la reina Victoria
1842 Fundación de la Sociedad Filarmónica de Nueva York
1846 Invención de la anestesia por W. Morton
1848 Manifiesto comunista, de Karl Marx y Friedrich Engels
1851 Rigoletto, de Verdi
1854 Invención de la lámpara incandescente por H. Göbel
1859 Tristán e Isolda, de Richard Wagner
El origen de las especies, de Charles Darwin
1863 Invención del dirigible por S. Andrews
1865 Asesinato de Abraham Lincoln
1878 Invención del fonógrafo por Thomas Alva Edison
1883 Inauguración del Metropolitan Opera
1888 Invención del gramófono por E. Berliner
1890 Invención del avión por C. Ader
1894 Invención del cinematógrafo por los hermanos Lumière
1896 Teoría psicoanalítica de Freud
Anuncio del cinematógrafo de los Lumiere, París 1895
Fonógrafo de Edison
(By Norman Bruderhofer CC-BY-SA-3.0 )