Nacido en Leipzig el 22 de mayo de 1813, Richard Wagner es el noveno hijo de Friedrich Wagner y Johanna Rosine Pätz. Pocos meses después de su nacimiento, fallece su padre a consecuencia del tifus y su madre contrae matrimonio con Ludwig Geyer. Su padrastro, un hombre culto, actor, pintor y escritor, transmite a sus hijastros la pasión por el teatro que después se vería reflejada en la obra de Wagner.
Atraído por la música, Richard comienza su estudio de forma autodidacta, hasta que a los18 años es aceptado como alumno por Theodor Weilling. Con solo 20 años compone Las hadas, su primera ópera.
En 1833 es nombrado director de orquesta en Magdeburgo. Allí conoce a su primera esposa, la actriz Mina Planer, con quien se casaría en 1836. Son años de incomprensión y precariedad económica. Sus obras, si llegan a estrenarse, lo hacen como auténticos fiascos hasta el punto de que, acosado por las deudas, se ve obligado a abandonar Alemania. Durante algunos años la vida del matrimonio se convierte en un inacabable periplo de país en país, que servirá de inspiración a Wagner para su ópera El holandés errante.
Wagner y Mina viajan a París en 1839, donde viven de manera miserable. Wagner dedica sus conocimientos musicales a la realización de arreglos para piano de las óperas de otros compositores y entra en contacto con grandes músicos de la época como Meyerbeer, Berlioz y Liszt, con este último entablará una cordial amistad. En París comienza su obsesión por la poesía medieval alemana y las extraordinarias leyendas plagadas de crueles dioses, magníficos botines y bellas doncellas.
En 1842, Wagner y su esposa vuelven a Alemania, donde el compositor confía en que sus óperas Tannhäuser y Lohengrin, basadas en tradicionales relatos alemanes, le proporcionen el éxito que persigue. En esta época Wagner radicaliza su postura revolucionaria, hasta el punto de ser expedida orden de arresto en su contra, lo que le obliga a huir de Alemania por segunda vez. Durante este exilio, su vida transcurre entre Zúrich, Lucerna, Venecia y París.
En 1861, bajo el auspicio de Napoleón III, se estrena Tannhäuser en París. A pesar de que teatro, cantantes, orquesta y escenografía eran de lo mejor, un banal enfrentamiento entre Wagner y un grupo de aficionados a la ópera, el Jockey Club, dio al traste una vez más con las expectativas de éxito del compositor. La ópera sólo se escenifica tres noches y Wagner no presenciará su ejecución hasta más de 30 años después.
Wagner en París, 1867
La vida de Wagner da un giro inesperado en 1864. Luis II, ferviente admirador del músico y de su obra, es coronado rey de Baviera. El monarca se convierte en su mecenas, solventando sus problemas económicos y, lo que es más importante, financiando sus obras a capricho. Los estrenos se suceden:Tristán e Isolda, Los maestros cantores de Núremberg y la monumental El anillo del nibelungo. Esta última ópera inspira a Wagner la creación de un teatro con las características precisas para la representación de su obra y que albergaría al primer festival de verano del mundo, el afamado Bayreuth.
Wagner y su hijo Siegfried en 1880
En 1864 Cosima Liszt acude acompañada de su marido, el músico Hans von Bülow, a la residencia de Luis II en Munich. Allí coinciden con Wagner, por quien la joven siente una profunda admiración. Cosima y Richard establecen una profunda amistad que finalmente acaba en romance. El consiguiente escándalo y las presiones que Luis recibe por las imponentes fortunas que derrochaba en su protegido, sumados al engaño al que los amantes sometieron al rey, provocan el alejamiento de Wagner de Munich.
Cuando por fin Cosima consigue el divorcio, la pareja lleva conviviendo seis años y son padres de tres hijos. Wagner y Cosima contraen matrimonio en 1870. Será ésta una unión feliz, con una entrega absoluta por parte de Cosima, quien dedicará el resto de su vida a su esposo, incluso una vez muerto éste.
Los últimos años de Richard Wagner son tranquilos, su matrimonio es estable y las representaciones de sus obras mantienen su economía saneada. En 1883 decide viajar a Italia, donde fallece a los 69 años víctima de un ataque al corazón.
Aunque la faceta más conocida de Richard Wagner es sin duda alguna la musical, también fue un prolífico escritor. Su obra literaria, compuesta por cientos de libros, poemas y artículos, además de una ingente cantidad de correspondencia, aborda temas políticos, filosóficos, sociales y, como no, musicales.
Definir la personalidad de Wagner resulta complicado. Su propia biografía refleja un carácter obsesivo, ambicioso, arrogante y deshonesto. Sin embargo, hay que reconocer que también se trataba de una persona perseverante y que, gracias a su ambición y su obsesión por la perfección en su obra, podemos disfrutar de una música innovadora, imaginativa, voluptuosa y conmovedora.
Caricatura de Luis II de Baviera, el mecenas de Wagner
RIchard Wagner y su esposa Cosima, hija de Franz LIszt