“…Hoy por hoy…”

Reza el dicho. Redes, internet de la casa, inteligencia artificial, acceso libre a la información y también, porque no, a la desinformación.

Pero no son las últimas tecnologías, las de vanguardia, ¿Cuánta innovación aún no publicada?

Eran finales de los años setenta e inicios de la ochenta; un día domingo cualquiera por la madrugada; por ahí de las 9:00 o un poquito antes, las 8:45…; como costumbre salía; o más bien me mandaban; era mi tarea ir a buscar los diarios: Excélsior, Novedades, El Universal, El Nacional, La Jornada y El Sol de México…para mi papá.

-“…para que tantos…” pensaba. De los ejemplares extraía el suplemento de historietas… en el año del mundial, el deportivo y ya más crecidito el cultural…

En el retorno de calle 7, ahora en la “araña”; había un puesto de periódicos, si, ahí; otro atrás de Gran Bazar; otro en la NASA; también en la esquina de Aladinos… ya más lejos en Legaria y Periférico.

Había que apurarse porque se agotaban, se acababan. Regresar más o menos una hora después a casa.

Parece increíble. Hoy por hoy hay personas que tienen como ingreso familiar la venta del periódico. Toda vía, no hace mucho, era común buscar trabajo en la página de oportunidades. Hoy buscar trabajo es por internet y redes sociales. Antes se buscaban oportunidades ahora se ofrecen servicios.

Le es familiar: “…ahí en puesto de periódicos…” donde ya casi ni se venden; y es que no es lo mismo leer digital, en línea y tiempo real a leer una sábana informativa de papel con noticias del día anterior.

Curioso cuando los señores tensaban rápidamente el pliego extendido para leerlo panorámico, hacían un fusteo peculiar…

Un día domingo compre el periódico; ahí en la esquina de calle nueve y Rodolfo Gahona con la Señora Berenice; déselo a leer a su hijo será interesante ver que hace con el ejemplar.

 

Ahkin Luciano

16/05/2023