Los océanos ocupan un 70% de nuestro planeta y nos aportan el 50% del oxígeno que respiramos.
Foro Económico Mundial (WEF)
El plástico oceánico compromete no solo la salud de los mares y océanos y de los seres vivos que habitan, sino que también compromete la subsistencia y la prosperidad de muchas pequeñas comunidades que viven de la pesca, perjudica la calidad del aire, contamina la atmósfera y contribuye al calentamiento global. Además, el polietileno, uno de los plásticos desechables más utilizados, emite gases de efecto invernadero como el etileno y el metano cuando se descompone al sol.
Reportaje sobre los gases que produce el plástico al entrar en contacto con la luz solar: unep.org/es/noticias-y-reportajes/un-problema-el-plastico-tambien-emite-potentes-gases
La basura oceánica proliferan en una velocidad que nunca antes hubiésemos imaginado ¿A qué precio estamos vendiendo el planeta? O dicho de otro forma, ¿Por cuántas toneladas de plástico lo estamos haciendo?
La conciencia global sobre la importancia de los océanos está en aumento y se están llevando a cabo acciones relevantes como la limpieza costera, la implementación de tecnologías innovadoras, la promoción de políticas sostenibles y la educación pública. Empieza a haber un impulso para proteger los océanos y sus ecosistemas, y es que todavía se necesita muchos recursos económicos para acabar con el problema, el coste de no hacerlo sería mucho más grande, puesto que las consecuencias que podría tener a los ecosistemas, a la economía y en la vida de las personas podrían ser irreversibles.
Estos esfuerzos, liderados por individuos, comunidades, gobiernos, organizaciones y empresas comprometidas, ofrecen una luz de esperanza para la conservación marina. Aunque la tarea es desafiante, la colaboración y el compromiso continuo son fundamentales para revertir los impactos negativos en los océanos y garantizar un futuro más saludable y sostenible para nuestros mares y para las generaciones venideras, que no entenderán como ni por qué, la humanidad decidió utilizar los océanos como enormes vertederos de plásticos.