Día de la paz
Como alumnos del IES San Pablo nos satisface poder sacar sonrisas a los demás. El cometido de quien nos forma es educar a la gente joven e inculcar valores de respeto, entre otros.
El día comenzó con un gran ánimo por parte de los dinamizadores que con música, bailes y un gran corazón se disponían a alegrar a chicos y chicas con capacidades diferentes y fomentar el día de la paz. El primer colegio al que visitamos fue el Pablo Montesinos . Un colegio pequeño en dimensiones físicas pero a la vez muy grande en dimensiones emocionales. Al entrar nos ocultaron de forma discreta para darles una sorpresa a los “pequeñines” que se encontraban en un patio diferente al que nosotros íbamos. Allí comenzamos a formar una estructura medio circular para poder recibirlos con entusiasmo. Al entrar sus caras tornaban en sonrisa. Imagínense 50 personas con narices de payaso haciendo uso de las mismas. Fue gracioso créanme. Cojimos a los niños y los alineamos junto al medio círculo dando paso así a la presentación de los dinamizadores y a una breve poesía sobre la paz. Una vez leído el texto los organizamos de forma que pudiesen bailar con nosotros una canción que teníamos preparada. En ese momento no eran solo los niños los que plasmaban sonrisas en sus caras, éramos nosotros los que sentíamos que con un pequeño detalle hacíamos saltar mariposas dentro de grandes personas. Cojimos globos que al son de la música alzamos al aire en signo de paz. Con orgullo nos despedimos del colegio, era turno del siguiente.
Esta vez el colegio San pelayo. Optamos directamente entrar a lo grande pero con la sorpresa de que eran muchos más. Multitud de ojos que nos miraban atentamente con incredulidad. Formamos un círculo junto a los pequeños para otra vez dar paso a los dinamizadores a leer nuestra carta de presentación en forma de poesía. Era una doble satisfacción la de que al bailar, pintáramos muecas de felicidad en la cara de otros y también en las nuestras. Más globos volaban al ritmo de la música simbolizando la paz. Y lo que es más importante la aceptación de personas con capacidades diferentes en nuestra sociedad .
ÁLVARO MARTÍNEZ PINEDA
1ºA CFGM. IES SAN PABLO