CICLO INTEGRAL DEL AGUA

Gestión sostenible del agua

Conjunto de etapas que incluyen los procesos de captación, desalinización, potabilización distribución, depuración, reutilización y saneamiento involucrados en una gestión racional de un recurso tan escaso como el agua.

El ciclo integral del agua (CIDA) es el recorrido realizado por el agua desde que se capta en estado bruto en la naturaleza, hasta su disponibilidad potabilizada en nuestros hogares y, cerrándolo en sentido inverso, el que realiza el agua para reintegrarse convenientemente depurada a la Naturaleza (figura 14).

Figura 14.- Esquema del ciclo integral de gestión del agua (versión traducida).

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el consumo medio de agua de los hogares en 2020 (último informe publicado) fue de 133 litros por habitante y día y el coste unitario del agua fue de 1,92 euros por metro cúbico.

El documento del Ministerio de Agricultura, aproximadamente el 20 % del agua consumida en España se destina al uso urbano (4.066 Hm3 al año). El 70% del consumo urbano corresponde al consumo propiamente doméstico. En este mismo documento, se considera como ciclo del agua urbana desde que el recurso se capta o recoge y llega al grifo, hasta que, una vez usado, se devuelve a la naturaleza o se reutiliza. Este ciclo se puede dividir en tres fases: 

1) Abastecimiento: abarca las fases desde la captación de agua hasta que llega a las acometidas y contadores de los edificios. Incluye dos etapas:

1.1.- Aducción o Captación: el agua se capta de fuentes como ríos, embalses, pozos, o incluso del mar para ser desalada, se regula y almacena para su uso a largo plazo, se transporta desde su origen a las áreas urbanas y se potabiliza para asegurar las adecuadas condiciones sanitarias. 

1.2.- Distribución: el agua “apta para consumo humano” se almacena en depósitos urbanos y se conduce por tuberías de transporte y secundarias hasta llegar a las acometidas y contadores.

2) Saneamiento: se encarga del agua que sale de las casas ya utilizada y la devuelve a su cauce natural respetando el medio ambiente. Abarca dos etapas:

2.1.- Alcantarillado: las aguas urbanas una vez usadas y producidas por las viviendas, o vertidas por los comercios e industrias urbanas, se recogen a través de tuberías para su transporte hacia los sistemas de depuración y vertido. 

2.2.- Depuración: las aguas residuales se depuran merced a complejas y tecnificadas infraestructuras dotadas con procesos físicos, químicos y biológicos, y se vierten a los cauces naturales en condiciones de salubridad y respeto al medio ambiente. La contaminación se separa y se convierte en productos inocuos o aprovechables, tales como fertilizantes, enmiendas orgánicas o son empleados para la producción de energía.

3) Reutilización: aprovecha el agua para usos distintos al consumo humano como el riego de jardines, la agricultura o algunos usos industriales. Engloba dos etapas:

3.1.- Regeneración: las aguas residuales convenientemente depuradas pasan por un tratamiento complementario de afino, llevado a cabo en infraestructuras específicas, para su posterior utilización segura (desinfección), en usos distintos al consumo humano (riego de jardines, producción agrícola, usos industriales, etc.).

3.2.- Transporte: el agua regenerada se transporta y se entrega al usuario de reutilización mediante tuberías, diseñadas de manera diferente a las de abastecimiento para evitar su confusión. Es usual que sea sometida a procesos de desinfección adicionales en el punto de uso.

Esquema general del proceso de reutilización del agua

Como se puede comprobar, actualmente en este ciclo integral de gestión del agua ya se incorporan como recursos hídricos tanto el agua desalada como el agua regenerada, tal y como se recoge en el Portal del agua en Andalucía. Este hecho era algo totalmente excepcional hasta hace muy poco. De hecho, en algunos portales de internet aún no se consideran estas dos fuentes como recursos hídricos básicos. Por ejemplo, en la interesante infografía de la Empresa de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (EMASESA) sobre el ciclo integral del agua, no se citan explícitamente la desalinización de agua ni la regeneración y reutilización de aguas residuales. Este hecho se asocia claramente con la cercanía de embalses que alimentan las estaciones de captación del área metropolitana de Sevilla. Sin embargo, en otras capitales de provincia, como es el caso de Málaga con la Empresa Municipal de Aguas de Málaga, S.A. (EMASA) o de Almería con la empresa AQUALIA, si que se contemplan dentro del apartado de captación los recursos hídricos procedentes de las desaladoras cercanas. Este hecho se correlaciona directamente con la situación de estrés hídrico de las fuentes tradicionales de agua.

Según un reciente artículo en el Diario de Sevilla, las aguas regeneradas constituirán el gran reto de Andalucía antes situaciones de sequía. En este artículo se indica que “.. en los últimos tiempos, el gobierno andaluz ha puesto en marcha tratamientos terciarios de aguas residuales. Esto son procesos físicos y químicos especiales con los que se consigue limpiar las aguas de contaminantes concretos como fósforo, nitrógeno, minerales, metales pesados, virus o compuestos orgánicos”. 

Según las mismas fuentes hay puntos, como en la comarca de La Axarquía, en Málaga, que se ha pasado de no proporcionar nada de agua regenerada a los regantes, cero, a proporcionarles 22,5 hm3/año. En la provincia de Granada, concretamente en Almuñécar y La Herradura, también se ha conseguido recientemente poner a disposición de los agricultores 4 hm3. Y, entre Roquetas de Mar, ya en servicio, y El Ejido, que se pretende que sea inminente, la previsión es dotar a los agricultores del Poniente almeriense de 18 hm3 de aguas regeneradas. Más aún, la Junta de Andalucía ha anunciado que prepara el II Plan de Aguas Regeneradas, con el inicio de buena parte de las obras previstas en 2024 y con la incorporación de nuevos recursos hídricos hasta 2027, como mínimo 68 hectómetros cúbicos. El citado plan tiene previsto que el agua regenerada adicional tenga como destino el campo, y que salga de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de El Toyo y El Bobar, en la capital Almeriense; de la de Balerma y Adra, en el Poniente almeriense; de la de Mojácar, Vera y Cuevas del Almanzora, en el Levante almeriense; de la EDAR de Huelva; y de las estaciones de Algeciras y La Línea de la Concepción, en la provincia de Cádiz.

Por otro lado, el IV Decreto de Sequía contempla una serie de actuaciones para la regeneración de agua y su reutilización por parte de los agricultores. Estas actuaciones están previstas en Jerez de la Frontera, donde se quiere poner a disposición del campo 7 hm3 de agua regenerada; Bajo Guadalhorce (5 hm3); Guadalhorce (15 hm3), Antequera (7 hm3) y Motril (6 hm3).

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