Este corto trata sobre un mundo gris, oscuro, triste... en el que sus habitantes no tienen cabeza, por lo que no tienen sentido, por lo que están todo el día cayéndose, tropezándose, y atropellándose... en resumen, un mundo de locura. Sin embargo hay un hombre que sí tiene cabeza. Es el único de el pueblo que tiene cabeza y por eso puede ver, sentir, escuchar. Todas las tardes construye algo y luego va a dar un paseo. Un día conoce a una mujer ( son cabeza ) de la que se enamora. Al paso del tiempo la mujer ve que tiene cabeza, y como es diferente le rechaza y le deja. El joven desilusionado y triste decide cortarse la cabeza con la guillotina que estaba construyendo y finalmente la mujer lo acaba aceptando y se fueron yendo poco a poco al horizonte agarrados de la mano. Este corto nos enseña que hay que aceptar a la gente como es. No por ser diferente le tenemos que excluir y rechazar.