Análisis Filosófico de Matrix

(dir:Hermanas Wachowski, 1999)

Andrés Aparicio Hernanz, 2ºF Bachillerato


Inicialmente se nos presenta a Thomas Anderson, un reputable trabajador de la empresa de software Metacortex. Aparentemente solo es un ciudadano más del mundo ajetreado en el que vive, pero en la red se le conoce como Neo, un afamado y habilidoso hacker. Neo siempre ha tenido una extraña sensación, la de que su propio mundo no es lo que parece ser y que hay una verdad oculta tras este. Al cabo de un tiempo, Neo encuentra un mensaje en su ordenador que dice “Matrix te posee” “Sigue al conejo blanco”. Ante esto Neo queda perplejo y, antes de que pueda siquiera planteárselo, llaman a su puerta un conocido suyo, con el que hace negocios, y algunos de sus amigos . Este le invita a salir con ellos, a lo que se niega en primera instancia, pero tras fijarse en el tatuaje de un conejo blanco en una de las chicas que estaban allí decide ir con ellos. Esta pista termina por llevarlo hasta Trinity y Morfeo, otros dos conocidos hackers que tratarán de mostrarle a Neo la verdad y liberarlo de sus cadenas.

Matrix es una película distópica, más concretamente es una distopía tecnológica en la que las máquinas se han apoderado de las mentes de los humanos para su abastecimiento energético. En ella se presentan una serie de problemas filosóficos por la forma en que está construido el mundo en el que se desarrolla.

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En el mundo de Matrix, podemos discernir entre dos realidades: Matrix como tal, un mundo generado proceduralmente a través de impulsos eléctricos enviados a los cerebros de las personas inmersas en él, que viven igual que como se vivía a finales del S.XX (el punto álgido de la humanidad). Este mundo es conservado de esta forma por las máquinas (inteligencia artificial) para poder aprovechar la energía eléctrica y térmica producida por los humanos para alimentar sus sistemas. En el otro lado tenemos el Mundo real o el Desierto de la realidad, el mundo en el que habitan las máquinas y seres humanos no inmersos en Matrix, a los que las máquinas intentan destruir. Por definición, es el mundo al que nosotros mismos estamos habituados, solo que en una época posterior y con un toque postapocalíptico por el cual toda la tierra ha sido cubierta por nubes y humos que impiden el paso de la luz solar, precisamente con la intención de que las máquinas no pudiesen generar energía con placas fotovoltaicas, razón por la cual los humanos que quedan “libres” se hallan refugiados en el último asentamiento humano existente, la ciudad subterránea de Sión.

Los habitantes de Sión han encontrado que hay maneras de entrar en Matrix, a través de sus naves, una de las cuales (Nebuchadnezzar/Nabucodonosor) está pilotada precisamente por Morfeo y el resto de la tripulación (Trinity, Cifra, Switch, Apoc, Tanque, Dozer, Mouse y eventualmente Neo). Morfeo, entre algunos pocos, cree en una antigua profecía que habla de la existencia de “El Elegido”, una persona que tras ser liberada de Matrix, liberará al mundo del yugo de las máquinas, y cree firmemente que Neo lo es.

¿Es lo que nosotros percibimos individualmente real? ¿Es nuestra percepción del mundo una vista sesgada del mundo? ¿Qué es verdad? ¿Qué es real? A todas estas preguntas trata de responder el llamado problema de la verdad.

El problema de la verdad ha sido tratado por múltiples autores a lo largo del tiempo desde muchas perspectivas distintas, y Matrix no se queda precisamente al margen.

En lo que respecta a Matrix, el autor con el que más relacionada está es con Descartes, el cual en su Discurso del método expone a través de un proceso impecable de análisis que:

  1. Se puede dudar de la percepción del mundo que recibimos a través de los sentidos.

  2. Se puede dudar de si estamos despiertos o no (“¿Y si nuestros sueños son la realidad y la realidad es solo un sueño?”).

  3. E incluso se puede dudar de la matemática y la lógica, las ciencias formales más sencillas y esenciales (según la hipótesis del genio maligno).

Y análogamente en Matrix Neo termina por interiorizar estas tres hipótesis. Primero, ya desde Matrix, él duda sobre la posibilidad de estar dormido o despierto “¿Alguna vez has tenido la sensación de no saber si sueñas o estás despierto?”. Después, una vez ya ha sido liberado de Matrix y en una sesión de entrenamiento con Morfeo, este último le hace replantearse cómo es la realidad en la que están inmersos “¿Crees que es aire lo que respiras?” “¿Crees que mi velocidad o mi fuerza tienen algo que ver con mis músculos aquí?”. Finalmente, cuando Neo se enfrenta al agente Smith acaba por interiorizar que las reglas de Matrix pueden ser moldeadas e incluso se pueden romper a voluntad, al igual que las reglas de la matemática y la lógica no son indubitables, según la hipótesis de Descartes.

En la película, los inmersos en Matrix sencillamente viven sus vidas sin dudar sobre la falsedad de su mundo y los libres son conscientes de lo irreal de Matrix. Hay casi desde el principio una clara distinción entre lo que es real (realidad) y lo que no lo es (fenómeno). Sin embargo, ¿quién puede asegurar que el mundo en el que viven los hombres libres no está siendo manipulado por las máquinas o alguna otra clase de “geniecillo maligno”? En efecto, aunque hayan sido despertados del mundo ficticio de Matrix y se les haya revelado “la verdad”, ninguno debería de estar tan seguro de su propia realidad al igual que no debería estarlo ninguno de los habitantes de Matrix.

Si en un lado de la balanza tenemos a los hombres libres, convencidos de la veracidad de su propio mundo y armados con una necesidad imperiosa de revelar la verdad al resto de la raza humana, en el otro lado tenemos a Cifra. Este personaje, también tripulante del Nabucodonosor, se rige por una postura existencialista que rompe por completo con el esquema del resto. “La ignorancia es felicidad” esta es la frase insignia de Cifra, que le dice al agente Smith cuando hablan sobre las condiciones del pacto por el cual Cifra será reinsertado en Matrix. Este pide no recordar absolutamente nada y la garantía de una vida con lujos de la que pueda disfrutar sin preocupaciones a cambio de entregarles a Morfeo. En el proceso, Cifra mata a toda la tripulación excepto a Morfeo, Trinity, Neo y Tanque (que mata a Cifra después de que este intentase matarlo). Cifra se rige por una “verdad” muy sencilla, lo que sea bueno para él será su verdad y desde su punto de vista en Matrix la vida era mucho mejor y más sencilla que fuera de él, es por esto que opta por traicionar a sus compañeros para volver a un mundo mejor.

Otra manera muy interesante de analizar Matrix es desde el mito de la caverna de Platón. Según el mito, unos hombres se hallan encadenados a la pared de una caverna de la que no pueden salir y en la que lo único que pueden ver son las proyecciones de lo que pasa delante de una hoguera en la entrada de la cueva. En nuestro caso Matrix es la caverna, los encadenados son las personas internadas en Matrix, las cadenas son los módulos en los que se almacena a los humanos y las proyecciones son el programa en el que coexisten los humanos, siendo este último una copia de cómo era el mundo a finales del siglo XX. Al igual que en el mito de la caverna, hay uno de estos hombres que consigue desencadenarse (Neo) y salir al mundo exterior, donde aunque al principio le resulte difícil ver por no estar acostumbrado a la luz, termina por observar el mundo real en su totalidad. Análogamente en Matrix, Neo es capaz de liberarse de sus cadenas a través de la duda y la ayuda de Morfeo y Trinity que le incorporan al mundo real y le hacen partícipe de la situación en la que se encuentran.

Una vez Neo ya ha aceptado la realidad en la que vive es capaz de asumir su papel y se dispone a liberar a la humanidad de Matrix: “Voy a enseñarles a todos lo que vosotros no queréis que vean. Les enseñaré un mundo sin vosotros, un mundo sin controles ni límites ni fronteras. Un mundo donde cualquier cosa sea posible; lo que venga después está en vuestras manos”.

La estructura del viaje del héroe está presente en muchas historias y partes del conocimiento humano, incluido el mito de la caverna. En el mito de la caverna el viaje que debe hacer el desencadenado hacia lo desconocido para encontrarse con la realidad y terminar por intentar desencadenar al resto de los encadenados es en esencia el viaje de un héroe, y es precisamente esta estructura la que sigue Matrix a pies juntillas prácticamente. Nos cuenta la historia de Neo, “el elegido”, el que liberará a la humanidad del yugo de las máquinas. Neo, como todo héroe, vive en el mundo conocido hasta que un habitante del mundo desconocido le advierte de su existencia (Trinity y Morfeo). Neo se adentra en este mundo desconocido en el que tras su adaptación y entrenamiento con Morfeo debe enfrentarse a poderosos seres para llevar a cabo su misión y volver a casa con una gran verdad: Matrix no es real; e intentar despertar al resto... En resumidas cuentas, un viaje del héroe en toda regla, salvo por una excepción. Donde el oráculo debería haberle confirmado que él era el elegido y dado ánimos para seguir con su camino, el oráculo le dice a Neo que no es el elegido, al contrario de lo que le dice Morfeo. Sin embargo, cuando acabamos por descubrir que Neo realmente es el elegido, Neo intenta decirle esto a Morfeo, aún no entendiendo bien por qué el oráculo le dijo lo contrario; a lo que este último le responde “El oráculo solo te dijo lo que necesitabas escuchar.”. Un pequeño detalle interesante con el que Matrix adapta la estructura del viaje del héroe a su propia manera.

Matrix plantea también un problema antropológico con respecto a su realidad. ¿Qué o quiénes son los humanos? ¿Son los cuerpos conectados a Matrix? ¿Lo son sus mentes inmersas en la realidad virtual del mundo que ha sido puesto ante sus ojos? Y es que esto es completamente dependiente del sujeto y su punto de vista.

Desde la perspectiva de personajes como Neo o Morfeo, la realidad es la de un mundo en el que las máquinas tienen esclavizados a millones de humanos preservados en “colmenas” (o cosechas como las llaman las máquinas) que son utilizados para la generación de energía. Sin embargo, para el resto de la humanidad que convive con el mundo ilusorio de Matrix, lo único de lo que son conscientes es de su mente conectada a un mundo ilusorio. E incluso para algunos otros como Cifra, esta idea también puede llegar a ser más real que la de vivir “libre”.

En la obra, una herramienta muy interesante también utilizada para aportar interés a la trama es el uso de nombres con un significado para los personajes más importantes y es fijándonos en estos detalles como podemos incluso llegar a descubrir una interpretación religiosa de la obra.

Neo es el elegido, algo así como un mesías, un salvador que redimirá a la raza humana y la hará libre. Su análogo bíblico sería Jesucristo, un profeta hijo de Dios venido a la Tierra para redimir a la humanidad de sus pecados. “Eres mi Jesucristo particular” - Choi a Neo

Por otra parte tenemos a Morfeo, capitán del Nabucodonosor y liberador de las mentes humanas preparadas para salir de Matrix. Su nombre alude al Dios griego Morfeo, el dios de los sueños. Se dice que Morfeo era el encargado de traer los sueños a las personas de mayor renombre como reyes y nobles. De forma análoga nuestro Morfeo hace algo similar, solo que en vez de dormir despierta a los que están preparados para ello. De hecho, existe un relato bíblico sobre Nabucodonosor II, rey de Babilonia que comparte nombre con la nave de Morfeo, conocido como el sueño de Nabucodonosor.

Trinity hace referencia a la Santísima Trinidad (padre, hijo y espíritu santo), precisamente porque al igual que la Trinidad confiere la vida eterna, Trinity de forma similar es capaz de revivir a Neo en el clímax de la película, dándole la oportunidad que necesita para salir victorioso.

Cifra por otra parte es el análogo de Judas, el que traicionó la confianza de sus amigos en incluso la de el elegido por su propio interés.

Día Once

Alba Olmo Gómez, 2ºG Bachillerato


Pandemia. Esa es la cuestión. En pleno siglo XXI nos estamos defendiendo globalmente ante un enemigo común. Al principio pensábamos que no era para tanto, que no era más que una simple gripe que rápidamente se pasaría. Ya nos hemos dado cuenta de que eso no es así. La definición mayormente conocida como pandemia es “enfermedad epidémica que se propaga a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una cierta área". Para mí, sin embargo, es un golpe de realidad que ha costado miles de vida para darnos cuenta de que, aunque pensemos que sucesos como este son ajenos a nosotros, por estar ocurriendo al otro lado del mundo, dejándolo a un lado entonces, eso no es así. A la vez nos ha hecho entender lo que realmente es la solidaridad, siendo algo tan simple para muchos, el quedarse en casa, aunque para otros significa estar en una cárcel.

Hogar es sinónimo de casa, ¿no? Para mucha gente, el estar en su hogar significa poder disfrutar de ver una serie tranquilamente, estar rodeado de los suyos, leer un libro sin ruido, pero para otros, eso no existe. La pandemia ha hecho que los que tenían problemas en casa, estas semanas de confinamiento signifique estar en el mismísimo infierno. Esto puede ser a causa de no tener relación con la familia o incluso, tener que estar encerrado/a con su agresor/a. Ya de por sí, vivir con alguien que te maltrata es insoportable, pero ahora durante la pandemia, el tener que estar con él/ella todos los días, aumenta las posibilidades de que te vuelva a maltratar. Este tema, antes del gran aislamiento, era uno de los más hablados, pero de repente, parece que ya no existe, que ahora sólo hay que fijarse en la pandemia y en nada más. Se nos están olvidando todas aquellas personas que si ya antes les costaba distanciarse de su maltratador, ahora es imposible, y en consecuencia, aunque el número de fallecidos por COVID-19 siga incrementando, el de asesinatos por violencia de género no se ha reducido mucho. La pandemia nos ha demostrado que nuestra casa tiene que ser sinónimo de hogar, y por tanto, nuestro refugio en el que poder sentirnos seguros, y no como una cárcel, de la cual la única salida es la calle. PINCHA PARA SEGUIR LEYENDO

Tiempo, ¿qué es realmente? ¿Lo podemos modificar a nuestra perfecta medida? Ya nos hemos dado cuenta de que no, que es totalmente al revés, el tiempo nos manipula a los seres humanos a su placer. En la sociedad que solíamos vivir, estábamos acostumbrarnos a desperdiciar nuestro presente, en planificar todo aquello que queríamos conseguir o hacer. A día de hoy, ya hemos abierto los ojos, dándonos cuenta de que no existe aquel tiempo que llamábamos futuro. Puede sonar devastador, descorazonador, pero son las reglas del mundo en el que vivimos, y si no las aceptamos, siempre nos quedaremos en el pasado. La buena noticia es que hay presente, el cual es un limbo entre el pasado acabado y el pasado futuro. Esto significa que la gente que vive el presente es aquella que sabe disfrutar de cada momento, siendo el resto, por tanto, personas que viven en el pasado o en un “futuro” que puede que nunca llegue, desperdiciando así su tiempo a la vez que la vida. Antaño, diminuta era la cantidad de personas que llegaron a convivir con el presente, sin embargo, ahora muchos más nos hemos familiarizado con él, llegando a entender lo tan valioso que es. Pero, ya sabemos lo fácil que nos resulta a las personas olvidar, provocando a lo mejor, que volvamos a los malos hábitos en unos meses. Sí, ahora mismo estoy hablando del futuro, aquel que tan desdichado he dicho que era, pero a veces es necesario recurrir a él para darnos cuenta de que no hay que cometer un mismo fallado dos veces.

Normalmente, las personas solemos soñar con poder valernos por nuestra propia cuenta lo antes posible, volviéndonos independientes, pero ¿realmente lo somos en algún momento? La pandemia, de nuevo, nos ha abierto los ojos y nos ha demostrado que no somos nunca realmente autónomos, que siempre dependemos de otros, ya sea a menor o mayor escala. Un ejemplo sería el de una persona mayor, que aunque esté en las mejores condiciones posibles, está considerada como persona de riesgo y por tanto, depende de un vecino para que le haga la compra. Este, al llegar al supermercado, se da cuenta de que hay de todo excepto los productos esenciales, siendo imprescindible que llegue cuanto antes esa mercancía. Y así, una gran cadena de personas de las que dependemos hoy en día, pasando lo mismo con los equipos médicos, incluyendo mascarillas, de las que dependemos de otros países, que hace que no tengamos todos los necesarios. Esto no es sólo culpa de importar productos esenciales, sino también de los grandes recortes que hubo en sanidad estos últimos años, que han hecho que nos demos cuenta de lo esencial que es el no recortar de algo tan importante como es la salud.

Ir al psicólogo, ¿eso no es de locos? Si realmente seguimos pensando de tal forma después de la pandemia, los que estarán realmente locos seremos nosotros, ya que dicho suceso nos habrá hecho gran mella. Cuando las cosas vayan mejorando, ya habrá pasado bastante tiempo desde aquella última vez que salimos a la calle sin tener miedo a contagiarnos, de aquel día que abrazábamos a un ser querido sin darnos cuenta de que podría ser la última vez hasta dentro de mucho tiempo o para siempre. Aunque empecemos a salir de casa en unos meses, seguirá habiendo restricciones con el objetivo de que no vuelva a pasar lo mismo, siendo seguramente obligatorio el llevar mascarilla o cualquier cosa similar. Esto, sobre todo en España, no va a ser fácil de asimilar ya que es un país generalmente conocido por ser acogedor y cercano, en el que no suele ser difícil echar raíces. Siempre hay excepciones, como no, pero estamos acostumbrados a celebrar cualquier cosa, para poder así estar lo más cerca posible de nuestra familia y amigos. Por tanto, hay que ser conscientes del acontecimiento histórico que estamos viviendo actualmente y de las consecuencias que va a dejar por el camino, el cual no va a ser fácil, pero gracias al apoyo que nos estamos dando los unos a los otros, será más sencillo de recorrer.

Se suele decir que en todo lo malo hay algo bueno y viceversa, por eso, entre tantas adversidades, hay una pequeña luz que nos está guiando hacia la salida de este oscuro y aterrador periodo. Este nítido pero, de momento diminuto brillo, el cual se espera que se vaya engrandeciendo a lo largo del tiempo, está formado por todos aquellos esfuerzos que estamos haciendo, tanto por parte de los sanitarios como de la gente consciente de lo que ocurre y por tanto, se queda en casa. Aunque aún siga habiendo individuos que continúen negando la actual situación, la mayoría de la población intenta ayudar todo lo posible para que se haga más amena, haciendo así conciertos en casa, comentando libros clásicos, … para que los días se vayan pasando cuanto antes, pero que en todos ellos, antes de que se consuman, podamos agradecer su gran esfuerzo a aquellos que están luchando por nosotros en el campo de batalla.

En conclusión, personalmente creo que la pandemia ha sido un golpe de realidad necesario para darnos cuenta de que, una mala decisión puede llevar a horribles desenlaces, pero también ha sido clave para poder valorar todo lo que hemos perdido que, antes pensábamos que eran meras cosas, como el poder coger un bus o simplemente abrazar a alguien. Además, nos ha vuelto a enseñar que el ser humano es un ser que vive gracias a que se adapta a las adversidades que le rodean, pero también a la ayuda constante del resto de personas.