Eran las 6 de la mañana y el Agente X no dejaba de pensar en lo ocurrido en Roncesvalles mientras caminaba a la siguiente etapa. Lo que en principio parecía una quimera se estaba haciendo realidad, la Orden existía, las páginas perdidas del Códice parecían ser reales… Por un lado, le excitaba la idea de que algo grande se pudiera descubrir, pero por otro, el vértigo y el miedo se iban apoderando poco a poco de él.
Ya en Pamplona, el agente empezó a sentirse vigilado. Un sacerdote lo llevaba siguiendo varias horas, siempre manteniendo una distancia prudencial, pero la diferencia con cualquier otro, era su reacción cuando el agente se giraba a mirarle. Siempre escondía la mirada e intentaba disimular. De hecho, el agente pensó que probablemente esta misión lo estaba superando y que no se trataba más que de un simple hombre tímido, pero algo cambió radicalmente su opinión.
Era la 1 de la mañana, el agente intentaba conciliar el sueño, mientras pensaba en conseguir la siguiente página cuando llegase a Santa María de Eunate, su siguiente destino. Pero, todo esto, estaba resultando demasiado intenso como para dormirse. Un ruido extraño empezó a escucharse en la oscuridad del albergue. Lo preocupante era que provenía de la zona de taquillas donde tenía bajo llave sus enseres y la página. El agente, temiendo un robo, se levantó a comprobar.
-¿Qué haces? -gritó en medio del silencio el agente al ver a un hombre intentando forzar la taquilla. De repente, este se giró y le golpeó con la palanca a la vez que escapó corriendo.
Al recuperar la conciencia, el agente se vio rodeado de personas intentando reanimarlo. Tras ser atendido, explicó al responsable del albergue lo ocurrido; no quiso denunciar. Era una misión muy importante para perder tiempo en comisaría y marchó a Santa María de Eunate sin más vacilación.
Ya dentro coincidió con una científica jubilada, quien empezó a contarle lo especial y maravilloso de aquel lugar. Las fuerzas telúricas … Resultó ser la franciscana seglar de la Orden. Le propuso las pruebas.
El enclave en el que se encuentra Santa María de Eunate, es un entorno natural singular y especial, que merece ser disfrutado, pues el lugar emite un halo de grandes sensaciones de bienestar, de tranquilidad y de sosiego.
Arquitectónicamente, la Iglesia es muy particular, pues tiene una planta octogonal, rodeada de un porticado también con esta misma forma, algo que dota a la iglesia de una arquitectura atípica.
Recapacitando en todo lo que estaba escuchando comenzó a sentir todas esas experiencias y sensaciones. La razón de sentirse así, se debía a las Fuerzas Telúricas, pues Santa María de Eunate se encuentra edificada sobre un punto de confluencias de estas fuerzas subterráneas, que son provocadas por fuerzas eléctricas y magnéticas, que circulan bajo la superficie terrestre.
Es por ello, que el primer reto al que se enfrentaron los alumnos en esta etapa, era sobre magnetismo, pero para no entrar de lleno en ello, previamente el alumnado trabajó algunas nociones básicas sobre esta propiedad de la materia, para después realizar un reto, dividido en dos partes:
En la primera representaron el campo magnético terrestre utilizando una bola de poliespán en la que se introdujo un imán y sobre ella se fueron depositando limaduras de hierro, con el fin observar cómo se distribuían por la superficie de la bola.
En la segunda parte, intentaron hacer “bailar” limaduras de hierro, colocándolas sobre papel y moviendo un imán por debajo del papel. De esta forma, pudieron observar cómo las limaduras se distribuían siguiendo las líneas del campo magnético.
En el segundo reto, nos centramos en la arquitectura tan peculiar con la que cuenta la Iglesia. Para ello, el alumnado realizó un reto subdividido en varias partes, pues el objetivo era trabajar la geometría valiéndonos de sus formas.
La primera parte consistió en identificar, con ayuda de las gafas de realidad virtual, y apoyándose en capturas de pantallas y dibujando sobre ellas, diferentes elementos geométricos (como líneas rectas, ángulos, polígonos, ,..), así como posiciones relativas de elementos geométricos (simetrías, perpendicularidad, semejanzas y paralelismo).
La segunda parte, se basó en resolver la ubicación de la siguiente página a partir de una serie de instrucciones matemáticas que les dieron en la anterior página, para poder localizarla debieron resolver el apotema de su planta octogonal. Antes de hacer todo eso, para poder introducirlos en el tema en cuestión, se les pidió analizar e identificar figuras geométricas planas sobre su planta y sección, además de indicar cuál era su ábside, arco central y nave principal.