CIVILITAS es una Organización Civil sin fines de lucro, fundada en el año 1988 por un grupo de estudiantes universitarios, en la Ciudad de Córdoba, Argentina. Su misión es formar una nueva generación de dirigentes públicos, comprometidos con el Bien Común. Es una institución apartidaria y de carácter secular. A lo largo de los años ha extendido su accionar e influencia a Europa y América Latina. Actualmente Argentina y España lideran su desarrollo.
Comprometidos con lo local,
unidos por un proyecto global
CIVILITAS nació en un barrio universitario de la Ciudad de Córdoba, República Argentina. El país vivía una de sus recurrentes “crisis terminales” y un grupo de profesionales jóvenes y estudiantes universitarios se dispusieron a formarse para -en el momento oportuno- acceder al poder y cambiar el rumbo del país. Por esos años caía el muro de Berlín y al mismo tiempo se iniciaba la Guerra con Irak por la invasión de Kuwait. La reflexión de moda era el “choque de las civilizaciones”, “el consenso de Washington” y la “revolución tecnológica”.
Han pasado 35 años desde aquel nacimiento y un largo y fecundo trabajo de formación.
Hoy la misión de CIVILITAS sigue más vigente que nunca: formar una nueva generación de dirigentes públicos comprometidos con el Bien Común.
En el vértice de toda la problemática del desarrollo sustentable y la transparencia en la gestiones de las instituciones, tanto de los países emergentes como los ya consolidados, se encuentra este común denominador: la falta de nuevos dirigentes comprometidos con el bien común y preparados para hacerlo realidad.
La experiencia de esta trayectoria nos arroja los tres pilares que cimientan nuestra institución.
1. La formación del dirigente es una formación del carácter.
Costó mucho advertir que la formación teórica de los nuevos dirigentes la pueden brindar las universidades y los centros de estudio (think tanks).
El desafío de CIVILITAS, en cambio, es forjar a esta nueva generación de líderes en la prudencia que supone tomar la decisión correcta en el momento oportuno y ser capaces de moverse en realidades muy adversas y distorsionadas, sin caer en la tentación del pragmatismo, ni del fundamentalismo. Esa prudencia no lo da la universidad, sino que la brinda la experiencia del contacto con la realidad.
Mantenerse apegados a los principios y los valores, al proyecto de bien común en su fase sustantiva, pero con gran flexibilidad y creatividad en la fase de su instrumentación, es un verdadero dilema de fines y medios, -hoy por hoy- el examen diario de un verdadero dirigente.
Con esta premisa, CIVILITAS busca facilitar a los dirigentes experiencias, ámbitos, encuentros, viajes y contrastes que le permitan forjar su carácter antes de entrar a la acción pública y durante la misma.
2. Buscamos forjar una nueva generación comprometida con lo local, pero con un proyecto global.
Estamos convencidos de que el mundo avanza hacia una realidad global que, muy lejos de atemorizarnos, nos llena de expectativa. Los proyectos locales, los estados nacionales y la organización política, económica y social a escala mundial pueden convivir en interacción dinámica, para beneficio de las personas, sobre todo los más necesitados y marginados, hacia los cuáles nuestra institución tiene una opción preferencial.
En ese marco, los dirigentes ya no sólo deben tener una mirada global. Tampoco es suficiente con lograr una experiencia de lo global que brindan los viajes, los intercambios, y los posgrados en el exterior. Se requiere el desarrollo de un proyecto sustantivo sobre cómo articular ese futuro global con los principios y los valores que defiende nuestra institución. Y lo más importante: se requiere una Red que vincule fuertemente a estos dirigentes para que, desde las posiciones a las que accedan, trabajen en coordinación en la instrumentación de ese proyecto.
Es importante decirlo: estamos convencidos de que ningún proyecto se impone de arriba hacia abajo. Nuestra defensa del principio de subsidiariedad y nuestra experiencia de los matices que presenta cada realidad local lo fundamentan, pero el compromiso con lo local, no puede ser en ningún caso una excusa para dejar de sumar a esa región al desarrollo paulatino de los valores de la “civilización”.
3. Occidente necesita correcciones profundas pero no revoluciones.
Más allá de que la impronta juvenil que hizo fundar a CIVILITAS y el propio carácter latinoamericano que, aún sin proponérselo, es afín a planteos de quiebre o revolucionarios, la experiencia nos ha indicado que el mejor aporte que puede hacer esta nueva generación de dirigentes al desarrollo de las regiones en las que actúan es promover reformas profundas pero dentro del sistema para garantizar un estándar institucional económico, social y moral como base de bien común para que los ciudadanos pueden ser verdaderamente protagonistas de sus propias vidas.
Los dirigentes de CIVILITAS somos reformistas por naturaleza, pero con la conciencia de que los procesos sociales e históricos sólo se construyen -y en su defecto se corrigen- en lapsos históricos que superan cualquier ansiedad o intento de apresurarlo.
Dos distorsiones de Occidente son nuestra prioridad: En primer lugar, las causas estructurales de la pobreza y -en íntima vinculación- la tensión creciente entre el valor fundante de la libertad y la necesidad de un orden jurídico y moral común como base para cualquier realización individual.
En ninguno de los casos, caben para el “espíritu civilitense” planteos rápidos que llevan a lugares comunes. No sólo el trabajo, ni sólo la educación, ni sólo el desarrollo económico, ni la apertura hacia la competitividad, ni tampoco el sólo fortalecimiento de la dinámica institucional o el énfasis que podamos poner en el fortalecimiento de la familia como única solución.
La conciencia de que enfrentamos fenómenos complejos y el orgullo de haber mantenido siempre una visión multidisciplinaria, abierta y sin dogmatismos, serán dos claves para construir el proyecto global Civilitas y la red de dirigentes dispuestos a adaptarlo a la realidad de cada país.
Principios de CIVILITAS
Creemos en los valores occidentales de raíz judeo-cristiana que han forjado la idiosincrasia, organización constitucional e instituciones de nuestros países. Promovemos la necesidad de preservarlos, renovarlos y proyectarlos en nuestra sociedad y en las nuevas generaciones, hacia el futuro, en un marco de tolerancia y de interacción con las demás concepciones culturales.
Propiciamos un cambio de paradigmas ciudadanos, para generar el necesario apego al cumplimiento de la ley y de la palabra empeñada, la actitud cívica comprometida con los deberes públicos, el respeto por las normas de conveniencia y el espíritu solidario.
Creemos y rescatamos el concepto de Bien Común como fin de la política y del Estado. Rechazamos las distorsiones producidas por el mal funcionamiento de las instituciones políticas en nuestro sistema democrático y republicano y el impacto perverso que han tenido las influencias de los intereses corporativos.
Creemos que los gobernantes deben estar al servicio de la comunidad y sostener en sus actos públicos y privados una actitud ejemplar de honestidad y de austeridad frente a los ciudadanos. La base de la transformación política que está esperando la ciudadanía de todo el mundo pasa por el ejemplo de las acciones concretas y la mayor responsabilidad para cumplir con esta expectativa está en las personas que ocupan posiciones dirigenciales.
Creemos que el poder de transformación está en la comunidad y que las decisiones políticas deben involucrar a los ciudadanos en la medida en que sea posible en un sistema representativo.
La libre iniciativa privada, el respeto por la propiedad privada y el principio de subsidiariedad son pilares de un desarrollo genuino que respete la dignidad de las personas.
Creemos en el fortalecimiento de la Sociedad Civil como factor de estabilidad y de sustentabilidad, frente a la crisis de la política y las amenazas hegemónicas y totalitarias.
Creemos en los proyectos nacionales, en el marco promisorio de la integración supranacional hacia un orden jurídico y económico global.
Creemos en la importancia de un Estado eficaz, que sea capaz de desarrollar políticas de Estado y de integración al mundo, en el marco de una visión moderna y estratégica.
Propiciamos un especial esmero por hacer más eficiente la tarea del Estado respecto de sus funciones básicas: la seguridad, la educación, la salud, la Justicia y las garantías de cumplimiento de la ley, con equilibrio fiscal y una administración inteligente de los recursos.
Defendemos los procesos de federalismo y de acercamiento del poder a la gente; Creemos en el carácter estratégico de la regionalización voluntaria y en la descentralización del Estado y de las funciones de gobierno hacia los municipios.
Creemos en la equidad social fundamentada en el destino común de los bienes de la tierra y en el acceso a una verdadera igualdad de oportunidades para todos.
Creemos que es posible construir una sociedad justa, en la cual una misma ley alcance a todos por igual y garantice iguales oportunidades para cada uno.
Creemos que es posible superar la pobreza y la desigual distribución de la riqueza, a través de la educación y la promoción humana.
Rechazamos el clientelismo y las políticas populistas que mantienen sojuzgadas a los ciudadanos que pretenden asistir, en múltiples regiones del mundo.
Creemos en la educación, principio rector del desarrollo social, y en la necesidad de garantizar la escuela pública y gratuita y la equidad en el sistema educativo.
Promovemos la construcción de una nueva relación entre capital y trabajo acorde a las nuevas realidades de la economía global. Alentamos la globalización de la solidaridad a nivel mundial.
Creemos en el hombre como ser único y trascendente, principio y fin de toda estructura política, social y económica, que debe ser protegido y respetado desde su concepción y hasta su muerte.
Creemos que la familia, núcleo básico de la sociedad, formado por un hombre y una mujer con vocación de descendencia, debe ser respetada y fortalecida como eje central de todas las políticas sociales.
Defendemos la importancia del desarrollo de marcos comunitarios fuertes que permitan la realización plena de las personas en una proyección moderna e integral del concepto de ciudadanía.
Aspiramos a una relación armónica del hombre con la naturaleza y alentamos el desarrollo de políticas respetuosas del equilibrio ambiental.
Creemos que el desarrollo económico sustentable exige recuperar la confianza en las instituciones nacionales e internacionales. Para lograrlo será necesario garantizar el respeto por el orden jurídico y el prestigio de las autoridades políticas sobre la base de renovadas visiones sobre el proyecto de bien común a escala global, la capacidad de estos dirigentes para plasmarlo en políticas de Estado, honestidad y eficacia en la tarea de gestión de esas políticas y un horizonte claro de inserción de los respectivos países en los escenarios más competitivos del mundo.
Alentamos la inversión extranjera y la apertura de la economía nacional a la competencia internacional como herramienta de desarrollo, cuidando que las empresas locales y nacionales tengan las condiciones para competir en esos escenarios.
Autoridades y miembros
CIVILITAS ARGENTINA
Presidente Civilitas Argentina:
Sebastián García Díaz
Vicepresidente:
Luis María Caballero
Secretaria General:
Fernanda Romero del Prardo
Tesorera:
Carmen Cardeilhac
Director:
Carlos Alvarez Tejeiro
Civilitas Córdoba:
Carmen Alvarez Rivero
Javier Hunicken
Agustín Gonzalez del Pino
Enrique Lehner
Maria José Campos
Raul Carranza
Alejandra Barale
Miguel Alloatti
Daniela Noguera
Elisabeth Kloster
Paula Agrelo
Damián Martinez
Juan Furlotti
Facundo Atelman
Ignacio Bainotti
Pedro Moratorio
Civilitas Buenos Aires:
Beatriz Nofal
Marcelo Bas
Joaquín Durand
Alfredo Vitolo
Santiago Saenz Valiente
Verónica Mac Donell
Carlos Perez Aquino
Javier Perez Aquino
María Amalia Caballero
Mercedes Messadri
Alejandro Nougues
Inés Gutiérrez Berisso
Carolina Spinelli
Raúl Sentous
Constanza Cejas
Roberto Aragone
Úrsula Bassett
Juan Pablo Barbón
Lucio Martinez Villada
CIVILITAS EUROPA
Presidente de Civilitas Europa:
Dr Ricardo Rovira Reich
Vicepresidente:
José Javier Castiella
Secretario general:
Rafael Alvira
Presidente Honorario:
Don Ismael Sanchez Bella
Consejo Honorario
Dr. Rafael Alvira
Master Luis Manuel Calleja
Dr. Luis Fernando Múgica Martinena
Dr. Kurt Spang
José Rodríguez Iturbe
Dr. Roberto Bosca
1er Vocal y Delegado en Madrid:
Luis Manuel Calleja
Delegada en Navarra:
(vacante) a cargo María Rosa Gutierrez-Fanlo
Delegado en País Vasco:
Rodolfo Krumnack
Delegado en Cataluña:
Pedro Chumillas
Delegado de Civilitas en República Checa y países de habla alemana
Dr. Peter Kopa