José Gálvez es profesor de inglés del IES Murillo, pero también destaca en su faceta de poeta. Ganador
de premios, sí, pero también un “partidario de la curiosidad” que avanza aprendiendo.
¿Cuándo empezaste a escribir?
Yo recuerdo que empecé a escribir ya desde el cole. Me presentaba a los concursos de redacción o de poesía año tras año.
¿Cómo te planteaste escribir tu primer libro?
La publicación de mi primer Poemario En las encrucijadas del tiempo fue gracias a mi editora Rosa García Perea a la que le llegaron mis poemas.. Yo escribía simplemente para mí, para sentirme bien, como una especie de necesidad que tenía de expresarme a través de lo que escribía.
¿Escribes solo poesía, o también prosa?
Sobre todo poesía. He hecho también algunos cuentos, pero donde me siento más cómodo es en la poesía. Me gusta esa inmediatez que te da el poema. También hago algún artículo esporádico en prensa.
¿Y actualmente estás trabajando en algún proyecto?
Actualmente estoy trabajando en otro poemario, que si hay suerte se podrá publicar. Se va a llamar Apología del desamor. Estoy ahora mismo recopilando poemas y escribiendo para darle un poco de forma al libro.
¿Ves una evolución clara en tu forma de escribir?
Claro que sí. Se va evolucionando porque el bagaje es muy importante, ¿no? La sensación del poema, el ritmo, el manejo del vocabulario… Sí, todos vamos cambiando y evolucionando y eso se refleja también en lo que escribes.
¿Qué temas te inspiran? Supongo que uno de esos temas es la Semana Santa.
Sí, por el momento en que me pidieron la colaboración que coincidía con las vísperas os pasé dos poemas de temática relacionada con la Semana Santa. Me interesan las fiestas como ritos, como memoria, como emoción. Yo escribo de todo. En realidad, lo que hace el poeta es siempre intentar ver la realidad desde una segunda lectura. Lo que se llama leer entre líneas, buscar algo que permita convertir la realidad en un hecho literario.
¿Cuáles son tus referentes? ¿Te ves influenciado por el nobel de literatura Juan Ramón Jimenez?
Yo he leído siempre mucho. Mi evolución como lector empezó desde muy pequeño con los tebeos. Después pasé a unas publicaciones que eran híbridas entre cómics y textos, que eran de una editorial mítica que se llamaba Bruguera. Y luego ya pasé por los cómics.y por los clásicos que aunque no estaba escrita para niños, estos los hicieron suyos. Me refiero a Robinson Crusoe, a La isla del tesoro, a Gulliver, a Peter Pan, a Alicia. Y claro que sí, Juan Ramón es uno de mis maestros. Pero he leído mucha poesía. Me gusta toda la poesía del 27, me gusta la poesía francesa, los románticos ingleses, la poesía del 50. La lista de mis poetas sería interminable.
¿Te han otorgado algún premio?
Sí, me dieron el premio Bécquer del Ayuntamiento, tengo un segundo premio en un concurso de microrrelatos, que se llama Sevilla en pocas palabras. Tengo un par de poemas en una antología llamada La Sevilla erótica. No suelo presentarme a premios literarios.
¿Qué puedes contarme de tus estudios?
Yo estudié en el Instituto decano, el San Isidoro donde había mucha efervescencia cultural. Estuve en el Aula de Teatro y colaboraba con la Revista de Literatura Taracea. Estudié en la Escuela de Magisterio la especialidad de Filología en Lengua castellana e Inglés. Luego hice la licenciatura en Filología Hispánica.
¿A día de hoy, de qué manera compaginas la escritura con ser profesor?
Pues sacando tiempo, sobre todo porque soy un poco murciélago y me gusta dedicarle siempre un poquito a la poesía cuando ya es de noche y estoy tranquilito. Escribir poesía es como una suerte de introspección, como una búsqueda de uno mismo. Sacar un poema, escribir, no es más que hablar contigo mismo, hablar con el silencio. Puede ser una evocación, puede ser un recuerdo, puede ser un paisaje, una ciudad, puede ser un momento, un estado de ánimo. Escribir para mí es como una expresión vital. Y necesito la inmediatez, porque hay veces en las que estoy en cualquier sitio y me sale un verso y lo escribo para retomarlo más tarde.
¿Qué opinas sobre las lecturas obligatorias?
Yo no soy partidario porque creo que la primera premisa de la lectura es el placer, el placer literario, como la música o como lo pueden ser otras artes. Yo prefiero ofertar libros y que se manejen y se elijan ya que cuando hablamos de fomento de la lectura se forman muy pocos lectores porque ven el leer como una obligación. Fomento de la lectura es ofrecer libros y que la literatura sea un placer. Yo soy partidario de la curiosidad. Yo le digo a mis alumnos que se tienen que acercar a todo y luego descartar cosas. Soy muy partidario de la teoría del pellizco, que es una cosa inmaterial que no sabemos qué es, pero que nos ocurre cuando estamos escuchando una música, cuando estamos leyendo un poema, o con una escena de una película... de pronto nos pasa como un repeluco y decimos ¿qué nos ha pasado? Eso tiene que ocurrir con la Literatura. Nos tiene que emocionar y conmover. Obligarte a trabajar sobre los libros no conforma a los lectores. Esa es mi opinión.
Además el libro debe ser adaptado a su edad, tiene que tener calidad y tiene que divertir, sobre todo. Rodari decía que la poesía es una inutilidad, pero una inutilidad necesaria. Leer es huir de la mediocridad. El alumnado que lee es simplemente diferente. Las personas que leen tienen eso frente a la televisión basura, frente a los estadios de fútbol que te confunden en la masa, cultivar el criterio estético, la sensibilidad , que eso es lo que hacen la poesía y la literatura. Y abrir los sentidos y aprender de todo. De los viajes, de una película, de la música, de la amistad, de todo lo que nos llegue y nos dé pellizco, que nos guste y nos emocione.
Autores: María Ceballos Morillo, Violeta Jordana Roldán, Xenevra García Fernández, Elena Picón Aguilera y Juan Escalona Jiménez.