En los últimos años, se ha observado una tendencia preocupante entre los jóvenes españoles: el conformismo y la dejadez. Esta actitud se basa en aceptar la realidad tal y como se nos impone sin tratar de cambiarla, y puede tener consecuencias graves para el futuro del país y de su sociedad.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y el Banco de España, el desempleo juvenil en España supera el 40%. Además, la precariedad laboral y la falta de oportunidades hacen que muchos jóvenes se conformen con trabajos temporales y mal remunerados, en lugar de luchar por empleos de calidad y estables. A eso le sumamos la terrible ‘crisis de la covid-19’, que tuvo un gran impacto y nos dio estimaciones sobre las generaciones más jóvenes, en específico nos avisa de que el 35% de los menores de 30 años no tiene ingresos y pareciera aumentar a finales de año.
Pero el conformismo no se limita solo al ámbito laboral. También se manifiesta en la falta de implicación en temas políticos y sociales. Según una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas, el 44% de los jóvenes españoles no se siente identificado con ningún partido político, y el 27% nunca ha participado en manifestaciones o movilizaciones sociales.
Respecto a la ambición de los ciudadanos españoles, la OCDE muestra que los alumnos españoles son menos ambiciosos que la media: un 71%, pero en España es del 53%. De la misma manera, la media de españoles que aspiran a un título universitario es del 44%, frente a la media de 50%, aunque depende de otros factores como la situación ocioeconómica. En cambio, un informe de la OCDE sobre el bienestar de los estudiantes expresa que los jóvenes españoles son más felices pero a la vez son menos ambiciosos, además de que experimentan más ansiedad y están más conectados en línea
Podemos culpar de este conformismo y falta de ambición en cierta parte las trabas y problemas que los dirigentes de nuestro país le ponen a los autónomos y emprendedores que tratan de crear nuevas entidades y negocios e impulsar la economía nacional, aunque las comparaciones son odiosas. Si miramos a otros países europeos, nos encontramos a la cola en cuanto a crecimiento económico, como podemos ver en los datos proporcionados por el Banco Mundial. Además hemos realizado unos cálculos sobre a partir de qué cifra de ganancias sería rentable ser autónomo y teniendo en cuenta que de todo lo que ganamos el estado nos quita la mitad, para ganar los 2000 euros que gana un español de media, deberíamos tener como mínimo una facturación de 4000 euros, lo que hace que poder comenzar un negocio y sacarle rentabilidad en un corto plazo sea casi imposible.
Estas dificultades que pone el estado a los emprendedores hace que la idea de crear una empresa propia y contribuir con la economía sea menos viable y se limiten a buscar trabajos como funcionarios del estado, lo que les asegura unas ganancias fijas.
Concluimos nuestro editorial con una opinión que pretende resumir de forma concisa: en el proceso de solucionar problemas tales como el conformismo, el estado de autónomos y la falta de ambición surgió otro problema, este problema vino con la ‘crisis de la covid-19’ y nos afectó a todos de una manera u otra, este problema creado por la pandemia hizo decrecer nuestra moral y economía, aunque el gobierno tomó medidas para arreglar este problema, el problema no desapareció a pesar de las medidas gubernamentales y el desempleo, el conformismo y la ansiedad sigue siendo una constante en nuestra sociedad actual. La situación a simple vista puede parecer desesperanzadora por los datos y resultados de estudios recientes, pero, la esperanza es lo último que se pierde.
Autores: Lucas del Vado Sanz, Rodrigo Baena García, Josué Arias Fernández, Marcos Guerrero Fernández, Juan José Aguilar Fernández, Mario López González.