María Cervantes

“Pienso escribir mis memorias. Espero que cuando la muerte me sorprenda, yo esté sentada al piano. Si no puedo volver a tocar, la vida se me escapará con tanta prisa que me será imposible detenerla”.

María Cervantes

Introducción

Cuando uno se adentra en la accidentada carrera musical de esta pianista y cantante, solo se puede percibir a una artista de talento pianístico, desenfado y gracia guarachera, tan ajeno al estilo de esosmomentos en el que el siglo XX echaba a andar.

El uso de su albedrío y de su gusto por lo más autóctono de la música popular cubana, junto a una cultura musical más que amplia, debió ser alarmante señal de una libertad e irreverencia, poco vistas para esos tiempos. Puede parecer que ser la única hija mujer del gran compositor y pianista Ignacio Cervantes, según Alejo Carpentier, el músico cubano más relevante del siglo XIX, le asegurase formación y cultura, por la vía de la disciplina, pero también de los mimos y la permisividad, sin embargo, aquel carácter irreverente y espontáneo, fue sin duda una marca propia dentro de un estilo que creó ella misma.

Es evidente que no fue ni dócil, ni sumisa, como correspondía a la época en la que vivió su adolescencia y mucho más su juventud. Suprometedora vida llena de música, sumadas a sus cualidades como intérprete y el temperamento del que hacía gala, vaticinaban de aquellas primeras composiciones e interpretaciones una vida plagada de éxitos, tan absolutos como indomables.

María Cervantes nace en La Habana un 30 de noviembre de 1885. Hija de Ignacio Cervantes, considerado por muchos, el músico cubano más destacado del siglo XIX. Desde muy niña, María se sintió artista. El baile la entusiasmaba. A los tres años de edad bailaba al son del piano de su padre.

La presencia de Ignacio Cervantes y su devota relación con él, son omnipresentes y estará íntimamente relacionados a lo larg o de su vida. La carrera musical de María, estuvo centrada desde sus inicios en difundir la obra compositiva de su padre, de cuyas danzas hac ía interpretaciones virtuosas.

De la importancia de su padre durante toda su vida, dio fe la musicóloga Hamilé Rozada, al entrevistarla a inici os de la década de los ochenta: “ Una de mis locuras es hablar de papá. Yo fui su delirio. Me decía “Chanchín” por tener las orejas pequeñas. Mis padres se casaron en 1872. Ella se llamaba Amparo, tenía quince años y era lindísima. ¿Que cómo se conocieron? En casa del gran maestro Nicolás Ruiz Espadero, con quien estudiaban los dos. Después de la boda, mamá no quiso tocar más, pues decía que “le bastaba con ser la esposa de Ignacio Cervantes”.

Luis Bravo

Documental sobre la pianista, cantante y compositora María Cervantes.

Documental María Cervantes.mp4