Lecturas

“Alma Mahler. La novia del viento”

Keegan, Susanne. 

Ed. Paidós. Barcelona (1993).

Producto de diez años de investigación y contacto íntimo con la hija y la nieta de Alma Mahler, esta es una biografía absorbente, que se lee como una novela, de una de las mujeres más fascinantes de la Europa del siglo XX.

Nacida en la Austria de los Habsburgo en 1879 y fallecida en Nueva York en 1964, en el curso de su larga vida Alma Mahler-Werfel estuvo casada con el compositor Gustav Mahler, con el arquitecto Walter Gropius y con el novelista Franz Werfel. Amante también del pintor Oskar Kokoschka, quien la inmortalizó en la obra maestra que da subtítulo a este libro, “La novia del viento”, estuvo íntimamente implicada en los movimientos más importantes de la música, la pintura, la arquitectura y la literatura, y contó con la amistad de  muchos de los artistas más destacados de Europa.

Con todo este material personal y social, Sussane Keegan construye una biografía apasionante, que refleja con absoluta fidelidad y realismo, no sólo la época y el contexto histórico que le tocó vivir a Alma Mahler, sino también la evolución del arte del siglo XX, personificado en los hombres que la conocieron y amaron. El retrato que hace de su personaje acaba siendo así tan apasionado como complejo: una mujer de nuestro tiempo con todas sus virtudes, debilidades y obsesiones al mismo tiempo.

"Mi vida"

Mahler-Werfel, Alma.

Ed. Fischer Taschenbuch. Frankfurt a. M. (1960)

“Mi madre Alma era una leyenda. Y las leyendas son difíciles de destruir” , reconoce hoy Anna, la hija de Gustav Mahler. De hecho, casi todos los ochenta y cinco años que vivió Alma fueron escenario de grandes conmociones, y ella tuvo el privilegio de asistir en primerísima línea a todo ello, prácticamente del brazo de los protagonistas de la historia del arte del siglo XX: Mahler, Gropius, Kokoschka, Werfel, Schoenberg, Stravinski, Thomas Mann… 

Cuando se publicó “Mi vida” que recoge sus papeles, diarios, cartas y notas, Alma era ya muy mayor, y es improbable que haya podido “reescribirlos” para el público. Tanto mejor, pues participamos así de las aventuras, las emociones y los pensamientos en la intimidad de un personaje contradictorio, pasional y desconcertante. 

De haber nacido un siglo más tarde, habría sido compositora y directora de orquesta; en aquel entonces consagró su vida a aquellos hombres en los que reconocía a un genio, y cual experta cortesana, supo atraerse por igual a amigos, amantes y maridos, célebres todos.

“Recuerdos de Gustav Mahler”

Mahler, Alma.

Ed. Acantilado. Barcelona (2006).

Cuando en 1902 Gustav Mahler se casa con Alma Schindler, una hermosa joven vienesa casi veinte años menor que él, ya es el admirado y temido director de la Ópera de Viena.

Los diez años de este controvertido matrimonio serán también los de la consagración definitiva del compositor y la crisis de la civilización europea. Dotada de una fuerte personalidad y de un profundo conocimiento musical, Alma Mahler nos ofrece en este libro un retrato privilegiado, entre triunfos públicos y fragilidades privadas, del gran músico de la Viena del fin de siglo. Sus recuerdos, que se inician con su noviazgo y acaban con la muerte de Mahler en 1911, se han convertido en una obra fundamental de la bibliografía musical europea y uno de los libros ineludibles para entender la cultura vienesa. 

Esta edición ha sido enriquecida, además, con una breve selección de cartas del compositor a la autora.

"A Sonata de Sempre"

Fátima Pombo.

Ed. Edições Afrontamento. Porto (1996).

Pocos son los libros dedicados a la gran violoncellista portuguesa Guilhermina Suggia. Este que nos ocupa lo encontramos en portugués, escrito por la musicóloga portuguesa Fátima Pombo.

En sus páginas encontramos una breve reseña de las primeras violoncellistas: Lisa Cristiani, Gabrielle Platteau, Zara Nelsova, etc, además de una breve descripción del instrumento.

El libro está lleno de documentos y fotografías que ilustran la apasionante vida de la Suggia, material que complementa la anterior publicación de la misma autora “Guilhermina Suggia, ou o violocello luxuriante” de 1993.

“Jacqueline Du Pré. La conmovedora historia de la cellista más grande del mundo.”

Easton, Carol.

Ed. Javier Vergara Editor. Buenos Aires (1990). 

Jacqueline Du Pré, una de las más grandes cellistas del siglo, comenzó a padecer a los veintinueve años una esclerosis múltiple, enfermedad incurable e impredecible, que la obligó a abandonar paulatinamente la práctica de su violoncello.

Cuando Jacqueline Du Pré murió en 1987, a los cuarenta y dos años, hacía tiempo que los medios la habían envuelto en una deslumbrante orla de mitos: a la imagen primitiva de la niña prodigio que fue, con una carrera de cuento de hadas y un romance de novela, se había superpuesto de la valiente y trágica heroína que jamás se quejaba, que aceptó su destino con tanta gracia, que algunos amigos, tomando su expresión más frecuente de manera literal, la llamaron “sonrisitas”.

A pesar de su enorme valentía, du Pré no fue una joven dorada ni una santa: lejos de su cello era total y dolorosamente humana. De niña se había visto aislada por su enorme talento. De adulta quedó encerrada en el enrarecido e insular mundo de los conciertos. Durante los últimos años de su vida vivió en el mundo de los inválidos, que se empequeñecía de forma inexorable.

La verdadera historia de su vida es tan extraordinaria como su talento.

“Un genio en la familia. La vida íntima de Jacqueline Du Pré”

Du Pré, Hilary y Piers.

Ed. Mondadori. Barcelona (1999).

Rubia, alta y delgada, Jacqueline Du Pré parecía una Alicia en el país de las maravillas que hubiera crecido demasiado aprisa, olvidándose de mimar el tiempo. Tenía cinco años cuando tocó por primera vez un violoncello y pronto el instrumento se convirtió en su juguete favorito. Desde entonces, la familia Du Pré tuvo que aprender a vivir con una niña prodigio, que arrinconó sus estudios para dedicarse a la música.

A los dieciséis años, Jacqueline hizo su debut profesional y consiguió encandilar a un público atento y exigente, pero se veía incapaz de salir sola a la calle, y esa dependencia absoluta de los demás marcó para siempre la vida de los suyos.

La joven mujer casada con Daniel Baremboin y apreciada por Rostropovich y Casals, era la misma que exigía caricias prohibidas con la desenvoltura de alguien acostumbrado a ver su voluntad convertida en ley. Ni siquiera en los momentos más duros de la enfermedad, que acabaría con ella cuando tenía poco más de cuarenta años, dejó de ejercer su papel de dulce tirana, dispuesta a recorrer las notas que van de la ternura al sarcasmo con una habilidad sólo reservada a  los virtuosos.

Ahora, cuando han pasado varios años desde su muerte, su hermana Hilary y su hermano Piers recuerdan a Jacqueline, Jackie para ellos, y nos ofrecen un retrato de una familia que luchó con amor para salvar a un genio.

Jacqueline Du Pré

Wilson, Elizabeth.

Ed. Weinfeld and Nicolson. Londres (1998).

La única de las biografías de la gran cellista británica la encontramos de la mano de la también violoncellista Elizabeth Wilson. La autora compartió con ella una etapa importante de su formación en Rusia, con el gran maestro y violoncellista Slava Rostropovich.

La edición la encontramos sólo en inglés. Se trata de un libro imprescindible de 466 páginas, con fotografías del álbum particular de la artista.

Desde su muerte prematura en 1987, la historia de Jacqueline Du Pré no ha perdido nada de su atractivo. La tragedia de la brillante cellista aquejada de esclerosis múltiple continúa ejerciendo una fascinación casi mítica. La biografía de Elizabeth Wilson, autorizada por el marido de Du Pré, Daniel Baremboin (quien contribuye generosamente con entrevistas), es la más completa hasta el momento de esta cellista adorada y popular, quien representaba una fuerza viva por su musicalidad vibrante.

Wilson, una cellista que conoció a Jacqueline en su época dorada, ha hablado con una gran cantidad de personas de los círculos musicales que tuvieron contacto con la artista. Siguiendo el camino de la carrera de Jackie, desde su identificación temprana con el sonido del cello, pasando por su debut a la edad de dieciséis años hasta alcanzar la fama internacional con apenas veinte años, Wilson examina los orígenes y la naturaleza del talento prodigioso de Jackie y evalúa su permanente importancia como intérprete.

La naturaleza sobrenatural de Jackie y su habilidad para comunicar a través de su interpretación el amplio espectro de las emociones humanas esconde una compleja personalidad donde las dudas conviven con la certeza de una intuición creativa extraordinaria. Wilson observa estos conflictos, describiendo esta transformación de la artista desde la niña a la mujer, y su matrimonio con el carismático y brillante Daniel Baremboin. La historia concluye con el declive de la artista, cuando incapaz de volver a tocar, se revela contra las consecuencias de su devastadora enfermedad. Entregada a la música, aunque honesta y reveladora en la descripción de la figura de Jacqueline Du Pré, la biografía de Wilson devuelve a la vida la historia de esta mujer maravillosa.

Los sonidos del silencio

Anna Bofill Levi

El descubrimiento de las mujeres compositoras que nos han precedido tiene una enorme importancia para las compositoras vivas en cuanto a la construcción de nuestra genealogía y al conocimiento de las grandes personalidades anteriores a nosotras, de Hildegarde von Bingen a Maddalena Casulana, de Francesca Caccini a Augusta Holmés, o de Gracia Baptista a Elena Romero. Ahora ya no se puede afirmar que las mujeres no han sido compositoras, o pensar que no hay mujeres compositoras o preguntarse ¿dónde están las compositoras? Este texto es el resultado de estas y otras preguntas sobre la participación de las mujeres en la creación musical de todos los tiempos en la cultura occidental que nos hemos ido planteando y que es un campo abierto, rico y apasionante.

Armonías y suaves cantos

Anne Beer

Desde el nacimiento de la música clásica, las mujeres que se atrevieron a componer fueron tratadas, en el mejor de los casos, con condescendencia: su vida sexual era objeto de escrutinio y a menudo servía para cuestionar su autoría. Sin embargo, las ocho protagonistas de este ensayo― Caccini,Strozzi, Jacquet de la Guerre, Von Martines, Hensel, Schumann, Boulanger y Maconchy―desafiaron las convenciones sociales que trataban de excluirlas del ámbito artístico y, pese a las adversidades, lograron fraguar una obra propia. Desde la Florencia renacentista hasta el Londres de la década de 1940, Anna Beer nos acerca a las extraordinarias vidas y obras de estas compositoras, narra las vicisitudes que experimentaron, explora las circunstancias en las que crearon sus principales piezas y considera los motivos por los que, aún hoy, éstas siguen sin interpretarse. Armonías y suaves cantos es una celebración del talento y la tenacidad de unas creadoras injustamente ignoradas por el canon musical, y un retrato informado e inspirador de unos logros artísticos dignos de nuestro legado cultural.

La música durmiente

Patricia García Sánchez

Quince compositoras de la historia es un libro dedicado a la mujer compositora en la historia de la música occidental.

Alrededor de nueve mil compositoras han sido devueltas a la luz en los últimos tiempos. Su música está despertando poco a poco después de un largo sueño.

Su amanecer está siendo lento pero seguro, porque siempre existieron, porque siempre estuvieron ahí.

Escuchen y lean, vuelen con su imaginación, huelan estas melodías.

El libro está destinado a docentes, especialistas y amantes de la música y el arte, en general.

Nannerl, la hermana de Mozart

Esta novela histórica descubre un personaje clave para la vida del genio y que sin embargo quedó a la sombra: su hermana Maria Anna, conocida familiarmente como Nannerl.

Tras un exhaustivo trabajo de investigación histórica y la lectura rigurosa del epistolario y los diarios de Maria Anna Mozart, Rita Charbonnier se ha arriesgado a insinuar en su novela que tal vez Nannerl jugó un papel más decisivo de lo que se cree en algunas de las composiciones que tradicionalmente se han atribuido al genial autor de La flauta mágica.

Playing with fire

Wilson, Elizabeth (2022) “Playing with fire. The Story of Maria Yudina, pianist in Stalin’s Rusia”  Yale University Press.

La escritora británica Elizabeth Wilson, autora de las biografías de Jacqueline Du Pré y Mstislav Rostropovich, nos regala esta obra que describe la vida de la pianista rusa Maria Yudina.

Maria Yudina (1899-1970) fue una pianista muy popular en su tiempo. Entre sus amistades estaban Boris Pasternak, Pavel Florenski y Mikhail Bakhtin. La leyenda dice que era la pianista favorita de Stalin, y que este la conoció mediante una retransmisión radiofónica de un concierto de Mozart interpretado por ella.

Estaba en lo más alto de la fama durante la Segunda Guerra Mundial, tocando para los heridos y para las tropas en los hospitales y en submarinos, y para los habitantes de Leningrado.

Fue obligada a abandonar su puesto de profesora en el Conservatorio de Petrogrado debido a cuestiones ideológicas, aunque el mismo Shostakovich dijera de ella que “era un caso especial… el océano parece no ser lo demasiado profundo para ella”.

Mademoiselle: Conversaciones con Nadia Boulanger

Bruno Monsaingeon y Javier Albiñana Serain


Con Mademoiselle, Bruno Monsaingeon nos ofrece―como ya hizo en Glenn Gould. No, no soy en absoluto un excéntrico―el testimonio de un personaje excepcionalmente lúcido y fascinante, Nadia Boulanger, «la Música personificada » según Paul Valéry. Pianista, directora de orquesta, mentora de Stravinski y maestra, durante sus casi setenta años de carrera formó a un buen número de notables compositores, directores e intérpretes del siglo xx, desde Gardiner, Markévich, Barenboim, Glass, Bernstein o Menuhin hasta Piazzolla o Quincy Jones. A partir de los materiales reunidos durante las conversaciones con Boulanger en sus últimos seis años de vida, Monsaingeon recopila y ordena las entrevistas para recrear la voz y evocar la presencia de la gran maestra de maestros. Un conmovedor homenaje a una figura admirable, sumamente influyente por sus indiscutibles dotes musicales y por su inolvidable magisterio.