Consiste en adaptar y representar una historia de manera visual y dinámica para los niños y niñas, en este caso de 0 a 3 años. La idea es hacer que el cuento cobre vida a través de la actuación, el uso de objetos, disfraces, música y elementos visuales que capten su atención y ayuden a que comprendan la historia. Los cuentos elegidos serán sobre animales, ya que en la Escuela Lourdes es el tema en el que están trabajando los peques. Se preparará y llevará a la práctica dos cuentos, uno para las aulas de 1-2 años y otro para las aulas de 2-3 años.

 Ejemplos de cuentacuentos ideales para esta edad:

• Cuentos con rimas y repeticiones.

• Historias con interacción táctil (libros con texturas, pop-ups o solapas).

• Relatos con personajes familiares (animales, bebés, familia).

• Cuentos con sonidos y música.

Un cuentacuentos bien diseñado no solo divierte, sino que también nutre el desarrollo integral del niño, brindándole herramientas clave para su crecimiento. 

Desarrollo Cognitivo y Lingüístico

• Estimulación del lenguaje: ayuda a los bebés y niños pequeños a familiarizarse con palabras, sonidos y estructuras del lenguaje.

• Desarrollo de la imaginación: los cuentos fomentan la creatividad y la capacidad de pensar en escenarios fuera de su realidad inmediata.

• Atención y escucha activa: aprenden a seguir una historia, mejorando su capacidad de concentración.

Desarrollo Emocional y Social

• Gestión de emociones: a través de los cuentos, los niños comienzan a reconocer y comprender diferentes emociones. 

• Vínculo afectivo: escuchar cuentos con sus cuidadores fortalece la conexión emocional y la sensación de seguridad.

• Interacción social: si es una actividad grupal, fomenta la socialización y el aprendizaje de normas básicas, como esperar turnos.

Desarrollo Sensorial y Motor

• Estimulación visual: las ilustraciones coloridas captan la atención y ayudan a asociar palabras con imágenes.

• Coordinación motriz: si los cuentos incluyen participación (tocar texturas, pasar páginas, señalar imágenes), se refuerza la motricidad fina.

• Ritmo y musicalidad: muchos cuentos incluyen rimas y canciones, lo que mejora la percepción auditiva y la memoria.

Necesidades de Diversión y Aprendizaje

• Entretenimiento: los cuentos son una fuente de disfrute y diversión para los niños.

• Descubrimiento del mundo: a través de las historias, los niños aprenden sobre animales, colores, formas, valores y rutinas diarias.

• Resolución de problemas: incluso a esta edad, los cuentos pueden introducir conceptos simples sobre causa y efecto.

En la educación infantil, contar cuentos es esencial, sobre todo para los niños de 0 a 3 años, cuando el aprendizaje se basa en la exploración sensorial, la emoción y la interacción con el entorno. Contar cuentos no sólo es una poderosa herramienta para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños, sino que también les ayuda a ampliar su vocabulario, reforzar su comprensión del lenguaje y estimular su imaginación. 

La narración oral, con gestos, cambios de voz y elementos visuales, capta la atención de los niños y les ayuda a desarrollar la capacidad de escucha y concentración desde una edad temprana. Además, la repetición de los cuentos favorece la memorización y estructura su pensamiento, sentando las bases de futuros aprendizajes.

A nivel emocional, los libros ayudan a los niños a relacionarse con los personajes, comprender sus sentimientos y crecer en empatía.  Se sienten más seguros y confiados cuando son capaces de identificar y controlar sus propias emociones a través de historias sobre la amistad, el miedo, la alegría o la resolución de conflictos.

 En las escuelas infantiles, la narración de cuentos refuerza la relación entre profesores y alumnos, fomentando un ambiente de cariño y afecto en el que los niños se sienten seguros y apreciados.  Como refuerza su autoestima y reafirma su amor por la lectura desde una edad temprana, este vínculo es crucial para los niños pequeños.

En resumen, la educación de los niños se ve reforzada por la narración de cuentos, que también siembra las semillas de la creatividad y el amor por la lectura.  Al utilizar la narración en el aula, los educadores pueden proporcionar a los alumnos un mundo de creatividad, conocimiento y emoción que durará toda la vida.