Los km de la comida
Partimos de anotar en el cuaderno de campo la relación de alimentos que comemos en casa, pero reflejando también el país de origen de los mismos.
La sorpresa surgió al ver que alimentos de lo más comunes se traían de países muy lejanos: alubias de Argentina, garbanzos de Estados Unidos, lentejas de Canadá, manzanas de Nueva Zelanda, peras de Chile, naranjas y limones de Sudáfrica...
Este hecho generó mucha discusión en la asamblea, con planteamientos como:
En el tique de la compra debería aparecer también lo que pagamos en huella de carbono y contaminación.
No entendemos cómo pueden traer alimentos que hay en España de países que están a miles de kilómetros.
No tiene sentido que el precio de esos productos sea parecido, o incluso inferior, a los productos locales; por lo que se preguntan qué pueden ganar los agricultores del país de origen y en qué condiciones tendrán que trabajar.
No pasa nada si no compramos productos exóticos y, seguramente, si hay menos demanda, el precio en origen se abaratará y podrán comprarlo quien viva allí y no tendrán que deforestar bosques o selvas para hacer plantaciones extensivas.
Nuestro compromiso es dar a conocer esta realidad y concienciar a nuestras familias, comedor escolar y a la comunidad en general para que consuman, racionalmente, productos de proximidad y de temporada.
El servicio consistió en la preparación, organización y puesta en práctica de una campaña para informar y concienciar, a familias y comedor escolar, de la importancia de cambiar los hábitos y consumir alimentos locales por las graves consecuencias del consumo de productos de países lejanos.