Tributamos a través del Impuesto de Sociedad, que es del 25%, si tributásemos a través del IRPF tendríamos que pagar hasta 47% de nuestros beneficios, de esta forma a través del IS el porcentaje es siempre el mismo y es más bajo.
Todas estas característica juntas describen a la empresa que aspiramos a crear jurídicamente hablando. Una empresa familiar y cercana que no busca convertirse en una gran potencia si no que aspira a ayudar a las personas que lo necesitan.
Hemos decidido adoptar la forma jurídica de la sociedad limitada.
Tras analizar las necesidades de nuestra empresa nos hemos decantado por esta forma debido a varias razones:
No queremos invertir mucho para abrir nuestra empresa, y en las sociedades limitadas el mínimo a aportar es de 1 euro.
Queremos mantener la empresa en manos conocidas, es decir que no todo el mundo puede tener una parte de nuestra empresa si no solo aquellas personas que nosotras decidamos, por ello hemos elegido el sistema de Participaciones.
También nos permite tener una responsabilidad limitada, así si sale mal el negocio no ponemos en riesgo nuestros bienes si no solo aquello aportado por cada individuo.