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Primer ciclo

Programas de Desarrollo en la Infancia

Salud Mental en la Infancia

Para que los niños puedan tener una buena salud mental en la infancia Temprana es necesario que tengan una adecuada salud física y sus necesidades básicas y emocionales satisfechas. El mantenerse en armonía emocional quiere decir que nuestro cuerpo, mente y espíritu están en equilibrio y conectados entre sí.

Hoy en día los niños se han visto afectados por la pandemia y las consecuencias sociales que ha producido esta crisis sanitaria. En ocasiones difíciles las influencias externas pueden afectar la forma en como nos relacionamos. Sin embargo, contar con una buena salud mental permite al niño que si pierde por momentos la armonía emocional pueda rápidamente volver a ella y desarrollar resiliencia mejorando su capacidad para ver la vida y la forma de relacionarse con otros.

"Los niños con buena salud mental se sienten bien consigo mismos sintiéndose capaces de hacer y aprender cosas nuevas"

Infografías de Salud mental muy útiles para la edad escolar.

Armonía Emocional en la Familia

Importante Recordar

Disfruten la compañía de cada uno.

Compartan la hora de comidas juntos.

Tomen un momento para jugar juntos en familia.

Tener presente que la familia es primero.

La convivencia entre hermanos debe ser lo mejor posible.


ARMONIA EMOCIONAL EN LA FAMILIA (1).pdf

Higiene del Sueño

Dormir de forma saludable es una necesidad para el bienestar físico, mental y emocional


El sueño es una necesidad biológica que permite el mantenimiento de funciones físicas y psicológicas esenciales para el funcionamiento.

Con la falta de sueño disminuye nuestra capacidad de concentración y memoria (se nos olvidan más cosas), también afecta a los reflejos y a nuestra motricidad por lo que nos sentimos más torpes. A nivel psicológico nos volvemos más sensibles a cualquier alteración del entorno y nos mostramos irascibles con las personas que nos rodean, pudiendo afectar también a nuestras relaciones sociales.

La falta de sueño a largo plazo afecta a todo el organismo: al sistema endocrino, al sistema inmune, al metabolismo y al estado de ánimo, resultando en un factor de riesgo para distintas enfermedades como la obesidad, la diabetes, enfermedades cardíacas o trastornos mentales.

En cuanto a la enfermedad mental, estudios reflejan la existencia de una alta comorbilidad con trastornos relacionados con el sueño, ya sea por carencia o por exceso del mismo. Especialmente se ha estudiado la relación que existe entre alteraciones en el sueño y la depresión. Estos estudios afirman que dormir más o menos de lo que nuestro cuerpo necesita podría ser un factor de riesgo para sufrir depresión, haciendo hincapié en adolescentes que duermen menos de 6 horas. Por otro lado, las personas que dormían entre 7 y 9 horas tienen menos posibilidades de sufrir depresión actuando como factor protector.

La higiene del sueño se refiere al conjunto de prácticas que nos ayudan a dormir, para ello, es fundamental diferenciar el sueño del descanso. Es posible que la cantidad de sueño recomendada de 6-8 horas se esté cumpliendo pero no garantiza que nos despertemos con la sensación de haber descansado. La calidad del sueño es más importante que la cantidad del mismo.

Marta Escobedo. Psicóloga de IVANE SALUD

Dra. Giovanna Legazpe. Psiquiatra de IVANE SALUD