Lunes 6 de octubre
Buenos días:
Hoy vamos a comenzar la semana leyendo el evangelio de este domingo:
Lucas 17, 5‑10
En aquel tiempo, los apóstoles dijeron a Jesús:
— Señor, auméntanos la fe.
Jesús les dijo:
— Si tuvierais fe como un granito de mostaza, podríais decirle a este árbol: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y él os obedecería.
Luego Jesús añadió:
— Supongamos que un siervo vuestro trabaja en el campo o cuida ovejas, y cuando vuelve del trabajo, ¿quién de vosotros le dice de inmediato: “Ven y ponte a la mesa”?
Por el contrario, lo más normal es que le digáis: “Prepárame la cena, ciñete el delantal y sírveme mientras como y bebo, y luego tú podrás comer.”
Pues bien, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer.”
Y ahora: cierra los ojos y contesta esta pregunta desde tu interior: ¿Qué ejemplo pequeño podríamos poner hoy para “vivir con fe”? (Por ejemplo: ayudar en casa sin que me lo pidan, ser amable con un compañero, rezar antes de comer, etc.)
Ahora escribe en tu cuaderno: “Señor, aumenta mi fe para que yo pueda …”
Que el amor de Dios reine en nuestro corazones.
Martes 7 de octubre
Buenos días:
Todos los años en la jungla se celebra una gran fiesta en la que todos los animales bailan juntos. Xufa, la jirafa, también querría participar porque le encanta bailar, pero todo el mundo sabe que las jirafas no pueden bailar. Así́ que, cuando lo intenta, los otros animales se burlan de ella. Gracias a un amigo aprenderá a luchar contra los prejuicios y recuperará la confianza en sí misma.
Este cuento nos invita a superarnos, nos enseña que hace falta trabajar para conseguir nuestros objetivos, pero también que, aunque fallemos en el primer intento, podemos conseguirlo. ¡Todos podemos trabajar a nuestro ritmo!
Oración:
Jesús, tú siempre eres nuestra fuerza.
Cuando tenemos miedo, sabemos que estás con nosotros y nos sentimos valientes para superar cualquier dificultad. Gracias por ser nuestra fuerza y nuestro valor para poder conseguir nuestros objetivos.
Que el amor de Dios reine en nuestro corazones.
Miércoles 8 de octubre
Hoy vamos a hablar de tres cosas muy hermosas: el amor, la luz y la paz. ¿Sabes que tu puedes ser todo eso para las personas que te rodean?
¡Es como si tuvieras superpoderes mágicos! .
Ser amor: Cuando abrazas a tu madre o tu padre, ayudas a un amigo que está triste, o compartes tus juguetes, estás siendo amor. El amor se siente calentito en el corazón, como cuando alguien te da un beso o te ofrece una gran sonrisa.
Ser luz: Imagínate que tienes una linterna mágica. Ser luz significa iluminar el día de los otros con cosas bonitas, como decir palabras amables, dar las gracias o hacer reir a alguien.
Ser paz: La paz es como el silencio suave que escuchas cuando estás en el campo, el mar está tranquilo. Puede ser paz cuando no peleas con tus amigos/as, cuando compartes y cuando escuchas a los otros sin enfadarte.
¡Hoy es un buen día para practicar todo! ¿Cómo puedes ser amor, luz, paz en casa o en la escuela?
Y recuerda:
¡Cuando eres amor, luz y paz haces que todo a tu alrededor sea más bonito!
Rezamos: Padre Nuestro...
Que el amor de Dios reine en nuestro corazones.
Jueves 9 de octubre
Hoy vamos a hablar de algo muy importante: la gratitud.
A veces nos acostumbramos a todo lo que tenemos: la comida, la familia, los amigos, el colegio, la salud...
Y olvidamos dar las gracias.
Pero ¿sabías que ser agradecido es una forma muy bonita de acercarnos a Dios?
La gratitud nos hace ver que todo lo bueno que tenemos es un regalo, y que Dios siempre cuida de nosotros, aunque a veces no lo notemos.
Reflexión:
¿Por qué crees que es importante dar gracias a Dios todos los días?
¿Hay cosas pequeñas por las que tú podrías dar gracias hoy?
Que el Amor de Dios reine en nuestros corazones
Viernes 10 de octubre
A lo largo de la historia, muchas personas han dejado huella por su forma de vivir, por su fe y por su entrega a los demás.
Una de esas personas es la Virgen María, madre de Jesús.
María fue una mujer creyente, valiente y fiel. Vivió con sencillez, pero con una gran confianza en Dios. Supo escuchar, guardar las cosas en su corazón y actuar con amor. Supo estar presente en los momentos importantes, acompañando con discreción y firmeza.
Que el Amor de Dios reine en nuestros corazones.