Este texto viene de la clase SPAN 465: Multicultural Spain con la Profesora Infante. En esta clase, hablamos sobre cómo las diferentes identidades -religiosas, étnicas, etc.- coexisten juntos en la España del pasado, presente, y futuro. Como alguien con una familia con una mezcla de diferentes culturas, me interesaba aprender sobre cómo diferentes grupos interactúan afuera de los Estados Unidos, y cómo ha cambiado a través de los siglos. En este ensayo, examiné dos obras fuera de la novela o artículo tradicional: una novela gráfica y una canción. En ambos, la artista describe su idea de pertenencia, y las diferentes situaciones, positivas y negativas, que enfrentaron cómo alguien viviendo en España. Yo quería elaborar sobre la idea de lo que significa “ser español”, y las varias experiencias que vienen con esta idea– más allá de la misconcepción que la identidad es un concepto concreto y homogénea.
La mayoría de las personas están de acuerdo en que el sentimiento de pertenencia es esencial para la vida. Es un deseo humano natural querer ser un miembro de una comunidad más grande, y de conectarse e identificarse con este grupo. Estos sentimientos están bien reflejados en la idea de “ser español”. Aunque hay gente que argumentan que su país de nacimiento, entre otras cosas, es la criteria que determina si eres “español”, es claro que no existen calificaciones concretas para etiquetar la identidad de una persona. A través de sus obras, las artistas Quan Zhou Wu y El Chojín escriben sobre la variedad de experiencias que vienen con “ser español”, ilustrando que la identidad no es un concepto homogénea.
Al leer la novela gráfica “Gente de Aquí, Gente de Allí” por Quan Zhou Wu, la autora usa su arte y un formato reversible para explorar el tema de diversidad cultural y los perjuicios que viene con ser descendiente de un migrante. Para empezar, es necesario explicar el diseño de la novela. Dependiendo en qué lado decides de empezar, el lector estará leyendo desde el perspectivo de los de “aquí” o los de “allí”. No importa dónde comienzas, ambos extremos se encuentran en el medio. Además, es importante definir los términos de “el aquí” y “el allí”. El aquí se refiere al lugar en que alguna persona se ocupa en el momento presente… Esto puede incluir su país de nacimiento o quizás el lugar al que te mudaste” (Wu, 2-3). Para los residentes, el “aquí” (en este caso sería España), es su normalidad. Para ellos, su ambiente y la cultura es a lo que están acostumbrados; es la expectativa de la vida cotidiana. En breve, la gente que vive en “el aquí” pueden ser descritos como locales. Según las palabras de Wu, “están por todos lados, con familia de aquí, y llevan generaciones y generaciones viviendo aquí… además, tienen rasgos locales y comparten sapiencia cultural y su lengua materna” (Wu, 4). Las implicaciones de esta definición de españolidad se refleja el tipo de ambiente en el que Wu creció. Cómo una descendiente asiática viviendo en España, Wu no tenía influencias “españoles” en su hogar. Ella necesitaba aprender y adoptar el típico modo de vestir, el jerga de los españoles, etc. por medio de sus compañeros en escuela y la media. Es probable que ella se sintió presionada a asimilarse para ser aceptada como una española verdadera. Cuando los jóvenes son expuestos a estas expectativas rígidas, sin representación diversa, es fácil convencerlos de que la sociedad es un producto finito. En realidad, las familias interraciales, y las migrantes son parte de la fundación de una cultura.
Por otra parte, los de “allí” son definidos como las personas que no son naturalmente de “aquí”. Incluyen a cualquier extranjero, migrante, y son caracterizadas por cualquier. Simplemente, son “todo lo que no consideramos aquí” (Wu, 25). Luego, hay los descendientes de migrantes, que se categorizan como “los que parecen de allí”. Ellos son personas que “nacieron aquí con sus padres cuando eran adolescentes… sorprenden a los de aquí porque, pese a que su forma de ser y hablar es muy local, el fenotipo es muy distinto” (Wu, 31). En realidad, los de “allí” no existen; son de “aquí”. Han experimentado lo que se llama la transculturación, que es la asimilación y adaptación de la cultura. Cuando la gente se enfrenta con personas que tienen características distintas de rasgos eurocéntricos, hay la tendencia de tratarlos cómo algo exótico. Desafortunadamente, este pensamiento es muy tóxico para las personas multiculturales.
Wu usa la definición burocrática para enfatizar la hipocresía de la idea de la españolidad como algo concreto. Según las leyes, “Primero, si naciste en España, automáticamente eres español. Si naciste aquí y tienes familia migrante, depende de los tratados que existen. Segundo, es adquirido a posteriori (casar, etc.)” (Wu, 13). Algo que está siempre sobresaltado en las leyes de varios países son el uso de los papeles y pasaportes como autoidentificación. Existe el sentimiento de que necesitas evidencia de su existencia antes de ser tratado como un ser humano, alias “el pasaportitis” (Wu, 14). Es irónico considerando que los documentos no son las personas que están trabajando, viviendo, y comiendo en España. Otro problema que endurecen los descendientes de migrantes es la idea de que son “una amenazante mayoría silenciosa que está comiéndose los recursos y trabajos” (Wu, 29). Numéricamente, este concepto es absolutamente falso. Las personas intolerantes usan este razonamiento para excusar su mentalidad exclusiva y racista. Ellos perpetúan sentimientos de terror para convencer a otras personas ignorantes que estas filosofías intrínsecamente racistas son correctas y aceptables. Al final del día, ese punto de vista es tóxico y viejo. La identidad es fluida y algo que cada persona merece adoptar a sí mismo.