CIRCULAR DE TORLA AL TURIETO ALTO Y ORDESA.

Décimo octava Salida Senderista del Año 2024

CIRCULAR DE TORLA AL TURIATO ALTO Y ORDESA

Realizada el 29 de Octubre - 18 Km y 550 m de Desnivel de Baja Dificultad

A las 7:00, hora del encuentro, doce participantes acudieron a la puerta calle de la Estación Central de Autobuses para realizar la travesía programada. Se distribuyeron en los tres vehículos puestos a disposición de la forma siguiente, en el que conducía Eduardo, iban Gonzalo C., Pilar L., Vicky y Yolanda (chinas de nacionalidad); al pilotado Luis Angel, subieron Marcos, Sezan y Gitanjali (niños de 8 y 10 años, respectivamente) y Pascal; y en el manejado por Pilar R. con su perro, Carmen M.

Puntualmente partieron hacia la autovía de Huesca, seguida de la carretera de los Pirineos con desvío hacia el valle de Broto hasta Torla, a donde llegaron a las 9:00. Poco después comenzaron el recorrido a pie por el puente sobre el río Ara desde el que se abre una panorámica de todo el Valle de Ordesa. Margen izquierda, única transitable cubierta de vegetación de ribera, facilitó el tránsito de los senderistas por el antiguo camino entre bordas y prados de siega ("lañas") bordeados de abedules, altos chopos lombardos, majuelos y un entresijo a modo de setos silvestres de trepadoras y zarzamoras.

El peñasco rocoso de Duáscaro frente al colosal farallón de Mondariego, montan guardia a la entrada del conducto andariego por el que grupo se desliza serpenteando animado por el espectáculo natural de un valle modelado por el glaciarismo en forma paradigmática de artesa.

Los primeros compases de esta travesía discurrieron por ancho espacio hasta la bifurcación de la que partía el ramal conducente al Turiato Alto, un reino arbóreo profuso y umbrío, impenetrable y salvaje como corresponde a una reserva natural en la que apenas ha dejado su huella la mano del hombre. Pese a la radiante y soleada mañana que inundaba de luz todo el entorno mineral y forestal, una mágica atmósfera impregnaba aquel vergel y un silencio sagrado filtraba vibrantes ondas de energía sutil. Un dosel de hayas y abetos se integraban en una simbiosis amplificada y regeneradora de la biosfera.

El suelo, los troncos y las peñas cubiertas de musgo componían un verde tapiz salpicado de setas que suscitaban en los receptivos caminantes emotivos comentarios y gratas impresiones ante un asombroso escenario cuajado de biodiversidad. Cerca de las doce del mediodía empezaron a bajar al nivel del río Arazas que fluía sobre un lecho pedregoso de cantos rodados. A algo más de un Km se extendía la pradera de Ordesa bañada por el sol del que les había ocultado el bosque primigenio de coníferas y fagáceas con serbales, bojes, saúcos rojos y arces reales.

Después del picnic desplegado donde mejor los visitantes se podían solazar, retomaron el camino de regreso por el Turiato Bajo. Entre éste y la orilla fluvial discurría el sendero que brindaba sorprendentes formaciones geológicas. El alborotado río por atormentado cauce saltaba en cascadas tan llamativas como la de "Los Abetos", las de la "Tamborretera", las simas y pozas de azul turquesa del Puente de los Navarros y, casi al final del trayecto, la caída del "Molineto", para cuya contemplación, miradores protegidos por barandas, daban acceso a los caminantes impactados por el espectáculo geológico. El descenso al puente abre paso al barranco de San Nicolás de Bujaruelo de forma abrupta.

El equipo senderista siguió el camino previsto a la vera del río Ara, recrecido gracias al aporte del tributario que proviene del barranco adyacente. Cuarenta y cinco minutos después ya estaban de vuelta en el escénico puente. De ahí a Torla remontaron el empedrado pasadizo poniendo término así este que conduce a la pintoresca localidad pirenaica de Torla y su inolvidable estampa. Eran las 4:45 cuando tomaron el camino de vuelta a la ciudad poniendo término así a esta 18ª travesía por el corazón del inolvidable Valle de Ordesa.