EL CASCO URBANO

Edificio del ayuntamiento, construido entre los años 1970-75. Es sede del concejo y se usa también para diversos actos culturales y festivos.

La Solana de verano. La Solana o Mentidero está a la entrada del pueblo y es paso obligado de visitantes. El mentir sin ofender es todo un arte, sabiamente ejercido en este lugar de encuentro, cita diaria para el vecindario, donde elabora la prensa oral diaria que luego corre de boca en boca por el pueblo.

Las últimas escuelas del pueblo Actualmente es el lugar de encuentro de los jóvenes (Peña LLamaradas), y también es bar.

Aquí estaban los antiguos corrales de ovejas (tenadas). Situados en el sur del pueblo, se evitaban así los malos olores y las posibles epidemias transmitidas por el viento, que sopla predominantemente del norte.

Calle del Oro, a partir de 1927 de Manuel Gutiérrez Lozano. Se le dedicó esta calle, en la que había nacido, y se le nombró hijo adoptivo del pueblo en reconocimiento a los servicios prestados.

Calle del Rosario. Vista de una de las casas, reconstruida con esmero.

Panera de la Cilla. Aquí se recogían los diezmos para la iglesia. Antes de ser panera fue ermita del Cristo del Humilladero. Posteriormente fue panera y lagar. Hoy es propiedad particular.

Fuente de la plaza mayor donde antiguamente se reunía el ganado de labranza para ir a los pastos.

Fuente de la plaza del Pez.

Modernos almacenes, competidores en clara desigualdad con las antiguas casetas de adobe. Aquí se almacena parte de la cosecha y los aperos de labranza.

Edificio del antiguo hospital de peregrinos. Hoy es vivienda particular de dos familias. En él se aprecia claramente el estilo castellano de construcción de la época.

Una buena idea, surgida últimamente, es ir haciendo un pequeño jardín botánico en torno al viejo fresno con variadas plantas, que traen y ponen los más voluntariosos.

Plaza del Oro. Al fondo está la Plaza Mayor.

Jardín de la plaza Mayor. Antiguamente se reunía aquí el ganado de labranza (jatos, vacas, mulas, machos, burros y caballos) para llevarlo a los pastos, y aquí se recogía también al atardecer.