SUS GENTES

ESTÁS EN LA SECCIÓN EN LA QUE MEJOR CONOCERÁS A LOS HABITANTES DE VILLAPROVEDO, PORQUE EL TRABAJO RECIO DEL CAMPO ES QUIEN MEJOR MODELÓ SU PERSONALIDAD.

La trilla era una de las faenas del verano más sufridas. Bajo un sol abrasador y sofocante había que aguantar desde las 11:00 a las 19:00 horas sentado en un trillo hasta que a fuerza de vueltas y vueltas a la trilla se desgranaban las espigas y se desmenuzaban las cañas del trigo, avena...

El señor Felipe con su rebaño. Mucho nos contó de sus andaduras delante del rebaño, de las noches al raso, del temor del lobo…

Del pueblo son, aunque no todos nacieron allí. Algún labrador hay entre ellos, pero tiempo ha que dejaron las mulas y el arado.

Cuando el campo espera el tiempo de lluvias propicio para la siembra, el labrador aprovecha para ir al monte a cortar la leña, que le calentará el hogar en los crudos días del invierno.

Durante el invierno siempre hay días para disfrutar de la nieve. Los más pequeños disfrutan más.

Guillermo y Maudilio haciendo patria.

Antes las bodas eran rumbosas; las vivía todo el pueblo como propias; todos nos vestíamos para la ocasión. Aquí tienes la boda de Blanca y Ladis.

En la fragua del señor Emilio, más tarde de Nides, transcurrían las tardes del gélido invierno en amenas tertulias de grato recuerdo.

Una representación de los labradores de la década de 1950, resguardados del cierzo, en una pausa en el trabajo.

El carro y las mulas eran los medios más modernos de la década de 1950 para cultivar las tierras. Paulatinamente se abrió paso el tractor y las cosechadoras.

La fiesta es parte de la vida del pueblo en verano. También aquí llegan, en verano, los entretenimientos modernos de la gran ciudad: Es la Fiesta del Turista.