Ayahuasca, La soga del Alma

Según Brailowsky ayahuasca quiere decir "bejuco de los espíritus"; según Schultes y Hofmann , significa "soga del ahorcado" o "enredadera del alma" en lengua quechua, una de las lenguas habladas en el Perú.

La ayahuasca tiene varios nombres nativos en otras regiones del continente americano: pilde, dápa, pandé (Ecuador), caapi, hoasca, daime, vegetal (Brasil), yagé o yagué (Colombia), kahi, kahiriama, mihi y natema (Amazonía). Se sabe que las plantas que los chamanes adicionan a los bejucos dependen del propósito para el cual se vaya a consumir la ayahuasca, que puede ser: viaje astral, telepatía, curación, comunicación con espíritus, aprendizaje de "ícaros" (canciones para curar), adivinación, etc. Juan José García P. asegura que en función de dichas plantas aditivas, esta bebida ceremonial puede recibir diferentes nombres tales como: tigrehuasca, monohuasca, indihuasca, cielohuasca, culebrasca, etc

Los chamanes andinos utilizan piedras para machacar trozos de la corteza de los bejucos de Banisteriopsis. Posteriormente las hierven en agua durante varias horas junto con hojas de algunas plantas específicas como la chacruna o amirucapanga (Psychotria viridia) o la chagropanga u oco-yajé (Dyplopteris cabrerana) a las cuales atribuyen la producción de visiones mejores y más luminosas. (32 y 50)

El resultado es un brebaje de color marrón que puede ser más líquido o más espeso en función de su concentración. Posteriormente cuelan el agua, y concentran aún más el extracto. El proceso total requiere alrededor de diez horas de trabajo.

Los chamanes del Brasil consideran que la liana es "La Fuerza" y la otra planta es "La Luz" de la ayahuasca y después de haberla bebido hablan sobre su calidad en términos de la fuerza y/o de la luz que han experimentado.

La comunidad de Takiwasi en Tarapoto, Perú, ha sorprendido al mundo por su planteamiento poco convencional de curar adicciones con la ayuda de la ayahuasca. En plena selva amazónica trabaja un singular equipo multidisciplinario que enseña al adicto a valorar la dimensión sagrada de las plantas de poder y a recobrar el respeto por la naturaleza y por su propio cuerpo.

Este centro ha llamado la atención de muchas personas por ser una ejemplo vivo y funcional de la síntesis de la medicina moderna con la medicina tradicional. Jaques Mabit, un médico de origen francés que tuvo acceso al conocimiento de diferentes chamanes o curanderos de la zona, es el iniciador de Takiwasi. Su propuesta es clara y valiente: "que el paciente toxicómano entre en el mundo de las plantas sagradas con la actitud de llegar a un encuentro con el espíritu, sin quedarse en una mera toxicomanía de experiencias variadas que no logran conectar con lo que en realidad cura y otorga sabiduría; eso que algunos llaman Dios".Mabit llegó a Perú hace 18 años para trabajar en un convenio franco-peruano dirigiendo un pequeño hospital. Allí colaboró con curanderos que le decían que los espíritus les enseñaban a través de la ayahuasca, de las dietas y de los retiros. Le aseguraban que no entendería nada si no la tomaba, ya que ellos sólo podían prepararle la ayahuasca pero el trabajo lo tenía que hacer él, ya que la planta le enseñaría directamente. Mabit dice haberla probado con entrega y cautela: "tomar ayahuasca fue una revelación para mí porque se desgarró el velo y vi que sí había otra realidad, y una posibilidad de acceder y comunicarse con esa otra dimensión." Asegura también que en determinado momento "la voz, el espíritu", le dijo que su camino era trabajar con adictos toxicómanos y tres años más tarde, en otra sesión de ayahuasca realizada en 1989, le llegó la confirmación de que ese era el momento.

En la actualidad trabajan principalmente con oriundos de la zona afectados por la cocaína y algunos extranjeros, como la mayoría son personas de bajos recursos la mayoría no pagan. Takiwasi recibe algunas donaciones y subvenciones de organismos internacionales para el mantenimiento de cada paciente que les cuesta alrededor de 500 dólares mensuales. También publican una revista (Takiwasi) e investigan sobre el uso de las plantas tradicionales de la región.

La persona que se somete a un tratamiento en Takiwasi trabaja con sus sueños analizando el material onírico en dinámicas de grupo y tiene entrevistas personales de psicoterapia clásica, además de las actividades propias de la comunidad terapéutica que son trabajo, ergoterapia y deporte. Este proceso se complementa con los retiros en la selva llamados "dietas", que además de una dieta alimenticia libre de sal e ingiriendo "ciertas plantas que permiten reconectar con el mundo emocional", conlleva el aislamiento de todo lo que pueda resultar perturbador durante la experiencia con ayahuasca. En palabras de Mabit: "El adicto estará solo con la Naturaleza, con el único cuidado de uno de nosotros, que nos situamos a unos doscientos metros. Hay una total soledad; y ahí surge un trabajo de confrontación con uno mismo, de introspección espontánea. En la selva todo recobra un sentido. El adicto se hace conciente de que más allá de lo que ve hay un orden y de que no puede hacer lo que quiere y cuando quiere, porque eso no es la libertad".

La dieta supone ocho días de aislamiento total para luego volver al centro, donde permanece quince días más con control sobre ciertos alimentos o cosas que no puede hacer. Después continúa con la terapia y a los dos meses hay otra dieta. En el esquema terapéutico primero se trabaja con el cuerpo a través de la depuración física; luego se trabaja la vida familiar, las emociones, la afectividad, la seguridad; y en la tercera etapa se aborda la parte espiritual. La evaluación se hace de tres formas: una la realiza el propio paciente a través de sus visiones o sueños; otra la realiza el quipo terapéutico bajo la guía de la ayahuasca y a través del trabajo ortodoxo de diagnóstico clínico físico y psicológico.

Manuel Almendro, un psicólogo transpersonal que entrevistó al Dr. Mabit en Tarapoto cuenta: "Cuando uno está en Takiwasi y participa de su comunión, se penetra en los caminos de la sabiduría perenne. La vieja alquimia, los procesos chamánicos, las enseñanzas orientales y cristianas parecen unificarse en este lugar que constituye un arquetipo del proceso para salir de la pecera".

A propósito de la psicología transpersonal, el mismo Mabit asegura que ésta es una de las herramientas más útiles para revisar los instrumentos conceptuales que se utilizan tanto en la medicina académica como en las ciencias sociales para comprender las medicinas tradicionales: "Las nociones de bio-energía, el cerebro holográfico de Karl Pribam, los campos morfogenéticos de Rupert Sheldrake y la psicología traspersonal, por ejemplo, pueden constituir pistas a explorar para profundizar un campo que nos queda ampliamente desconocido."

En el ensayo "El cuerpo como instrumento de iniciación shamánica", el Dr. Mabit relata sus experiencias iniciáticas en la cosmovisión andina y confiesa que "para un médico formado en una universidad francesa, educado en un medio formal, racionalista, positivista, el acceso a un nuevo pensamiento exige una gimnasia mental muy exigente":

Pues se nos enseña que lo mental tiene que ver con el cerebro o el sistema nervioso y en base a ello ha estructurado especialidades como la psiquiatría, la psicología, la psico-farmacología, etc. En cambio, el chamán nunca se refiere a esta dualidad de cuerpo y mente sino que "evoca únicamente el cuerpo, como receptáculo a la vez de la materialidad como de la psique" y agrega una tercera dimensión, la del espíritu, que trasciende a ambas y constituye la esencia del ser humano. El espíritu está encarnado, preexiste al ser humano y no depende definitivamente de él, "es inmaterial, inalterable, trascendental y por lo tanto permanece cuando desaparecen cuerpo y mente... no tiene localización en el espacio-tiempo de Euclides, pertenece al tiempo-espacio mítico caracterizado por su infinidad, su eternidad que en otros términos diríamos como a-temporal, carente de la noción de distancia y de duración."

Dentro de esta cosmovisión, el individuo tiene por única posesión, durante su vida terrestre, su propio cuerpo y éste "constituye la materia prima que permite acceder a la plena conciencia, al espíritu realizado e iluminado si es que se utiliza en forma correcta". Es por ello que los chamanes con quienes Mabit trabajó le dan mucha importancia a la limpieza y funcionamiento óptimo del cuerpo, pues las "energías perturbadas" provocan disturbios a la vez físicos y mentales. Le asombra que para ellos un disturbio mental requiera en primer lugar de un cuidado físico: "Nos encontramos al punto exactamente opuesto a las técnicas convencionales de psicoterapia que se mantienen generalmente a distancia del cuerpo (control de la transferencia y contra-transferencia) y se focalizan en la mente, el discurso del paciente, el logos, la palabra, el verbo." Bajo este enfoque comprende también las restricciones relacionadas con la utilización de las plantas sagradas en el contexto chamánico:

La toma de Ayahuasca para fines curativos o iniciáticos supone una serie de reglas muy estrictas, períodos de aislamiento en la selva, ayunos, dietas, evitamiento del sol, de la lluvia, del contacto con el fuego, la abstinencia sexual, el evitamiento de olores fuertes, dieta sin sal... Todos esos métodos no son meramente simbólicos, no constituyen una manera metafórica de concebir la vida, una simbología con alcances culturales... sino expresan un conocimiento sumamente fino y elaborado del manejo del cuerpo, un conocimiento también de los riesgos, de los peligros de la intoxicación descontrolada para la cual existe todo un cuerpo de técnicas preventivas y de emergencia. (21)

Dice Mabit que la ingestión de la ayahuasca induce "nuevos estados mentales sin pérdida de la consciencia, sin desubicación en el espacio-tiempo, sin desvanecimiento de la identidad de sí mismo, sino más bien una amplificación de esa, una superación del ego freudiano al gran EGO impersonal (ELLO) en el cual el mundo mítico presenta cualidades siempre ambivalentes (y no ambiguas)"; restableciendo así la continuidad con el macrocosmos. Y es entonces cuando uno puede "comunicarse con las 'energías, fuerzas, espíritus, genios o ángeles' que animan la naturaleza, las plantas, los animales y el mundo calificado en forma abusiva de inanimado".

En opinión de este médico-chamán, "los sueños y las visiones inducidos por el ayahuasca son representaciones de la realidad profunda que tienen un carácter pedagógico para quién sabe manejarlas", y sólo son accesibles con el enfoque del cerebro derecho, pues la interpretación racionalista del cerebro izquierdo los reduce a conceptos folklóricos o simplemente poéticos que a final de cuentas "son traducidos como un conocimiento vano, inútil e ineficaz".

Extractado de Las drogas tal cual...

Karina Malpica

http://www.mind-surf.net/drogas/ayahuasca.htm

Instituto NIMAIRAMA

Comunidad Takiwasi

La sesión de Ayahuasca es un ritual que se basa en la Cosmovisión de los pueblos indígenas Amazónicos. Requiere de un trabajo de preparación previo que inicia en la entrevista y evaluación clínica de la persona interesada, se interroga sobre sus motivaciones para tomar la planta, se realiza una evaluación de su estado de salud físico-mental general y se le da las indicaciones sobre el Ayahuasca. Tambien es importante que la persona intersada exponga sus dudas e inquietudes sobre la sesión.

En la experiencia del ayahuasca de más de 20 años el Dr. Jacques Mabit (fundador del Centro Takiwasi) comenta que todo influye, no sólo depende de la pócima o del curandero, muchas veces más de aspectos más individuales y profundos: "La preparación previa (evaluación, conversación y purga), la disposición, la actitud de respeto hacia el contexto ritual, la preparación del ritual, la apertura y cierre de la sesión. No sólo el temor bloquea la experiencia; también menciona casos en los cuáles los bloqueos y falta de visión se debían a una "desconfianza" (que implica también una arrogancia) hacia el ayahuasca, los curanderos y profesionales que realizaban el trabajo y/o en Dios. El Dr. Jacques nos dice que para tomar Ayahuasca "Hay que confiar, tener Fé"

El Ayahuasca tiene una serie de efectos a nivel Físico, Psicológico y Espiritual. El objetivo sin embargo no radica en la simple experimentación de éstos efectos, la catarsis emocional o las visiones producidas, sino básicamente en la INTEGRACIÓN DE LA EXPERIENCIA A LA VIDA COTIDIANA.

La toma del Ayahuasca no garantiza la solución de los problemas o un cambio profundo, si es que la persona no logra integrarla a la vida. Sin ésto, sólo será una experiencia más en la larga de lista de experiencias que nos presentó, presenta y seguirá presentando la vida. El Instituto NIMAIRAMA como uno de sus principales objetivos busca facilitar la integración de los contenidos surgidos en la experiencia con el Ayahuasca aplicando diversos conocimientos, métodos, procedimientos y técnicas occidantales tales como la Psicoterapia Gestáltica, la Psicoterapia Existencial, el Psicodrama, el Arte, el Psicoanálisis, Ensueño Dirigido, etc. Nuestras investigaciones desde el año 2008, respaldadas en la combinación de años de la práctica de éstos métodos terapéuticos y la experiencia en Medicina Tradicional Amazónica, buscan ahora una posibilidad de integrarse para optimizar éste proceso, ya sea con fines de SALUD o de DESARROLLO HUMANO. La integración de la experiencia no siempre se da de manera inmediata y requiere de la asistencia de profesionales. Incluso los curanderos nativos muchas veces no conocen el idioma, cultura y herramientas para poder facilitar éste proceso integrador y limitan la experiencia a un proceso de curación que "queda en la toma" y que de por sí es curativa, muchas veces, expresando esta curación unicamente en un plano físico. Por lo tanto es necesario que pueda surgir una comunicación e intercambio entre la medicina tradicional y el mundo occidental con el fin de optimizar los resultados a favor de las personas que optan por estas experiencias.Extractado de NIMAIRAMAhttp://nimairama.ning.com/Dra. ROSA AMELIA GIOVE NAKAZAWA PRESIDENTE - Coordinador TarapotoMédico Cirujano, con post-grado en salud pública. Investigadora en medicina tradicional amazónica con más de 30 años de experiencia. Co-fundadora del Centro Takiwasi.E-mail: rosagiove@takiwasi.com / rosagiove@nimairama.com Teléfono: 042-942825818 / 042-523437