Aparece después de los resultados y supone una valoración general de la investigación realizada y de sus aportaciones. No se trata de reiterar los resultados anteriormente expuestos, sino de interpretarlos generalizándolos y extrapolándolos a un contexto más amplio.
En este apartado los elementos centrales son:
1) indicar lo que, a juicio del autor significan los hallazgos a los que se alude en la sección de resultados y 2) de que manera inciden o como se relacionan con lo que se conocía hasta entonces.
El comentario de la discusión final incluye, sin duda, un importante componente de interpretación subjetiva que, no obstante, hay que apoyar en los datos bibliográficos recogidos y en los aportados por la parte experimental de la investigación.
En este apartado, Slafer recomienda: 1) mostrar los principios, las relaciones y las extrapolaciones que podrían derivarse de los resultados de la investigación, destacando, si este es el caso, las excepciones que pudieran producirse; 2) identificar como los resultados y las interpretaciones de los mismos están de acuerdo o, por el contrario, en conflicto con los resultados de otras investigaciones ya publicadas; presentar las implicaciones teóricas y prácticas que los resultados de la investigación pudieran tener y 4) si es el caso, las implicaciones con otros campos.
Finalmente, si en el trabajo no se ha incluido un apartado destinado a las conclusiones, redactarlas sin ambigüedades ni contaminaciones especulativas.