Realiza la presentación del trabajo, nos informa sobre la naturaleza del problema y por qué queremos resolverlo, así como del alcance de la investigación.
La introducción debe partir de lo general e ir hacia lo particular y basarse en evidencias de la bibliografía consultada para establecer su originalidad e interés. Ha de dejar claro que es lo que se conoce del tema y que es lo que no e indicar que el objetivo de la investigación es precisamente conocerlo. A continuación debe explicar que es lo que se ha hecho para ello y cuáles son los objetivos e hipótesis que lleva implícitos el problema a ser investigado.
La introducción es muy importante porque centra el carácter de la investigación. Debe, por ello, redactarse con cuidado y estimular el interés del lector, incluido el de los referees.