Es el primer factor determinante de captación de la atención. Requiere por ello un cuidado especial ya que es importante para las búsquedas bibliográficas y permite que quien nos encuentre, tal vez, se anime a leer nuestro trabajo o, por lo menos, el abstract.
Escribir el título no es fácil, tiene su técnica. Según el autor, un buen título es aquel que describe de modo inequívoco y con el menor número de palabras posibles el contenido del trabajo. Debe ser breve, conciso y claro. Es interesante poner énfasis en las tres primeras palabras; nombrar primero lo importante, evitar palabras obvias, inespecíficas e innecesarias.
Cuidar la sintaxis. Evitar términos como: “investigación sobre”, “estudio sobre”, “efectos de”, “acción de”, ”influencias de”, etc. Debe ser específico, describir lo más relevante del trabajo y dejar claros los aspectos del tema que fueron estudiados. Debe evitar términos no comunes, abreviaturas y el uso de fórmulas no universales.
Al escribir el título debemos hacerlo con la misma intensidad y rigor con la que escribimos otras partes del trabajo y debemos someterlo a crítica; es aconsejable iniciarlo con las palabras más significativas y tratar de eliminar en todo lo posible las palabras huecas.