Los centros de interés son espacios vibrantes de aprendizaje donde las motivaciones y necesidades de cada estudiante impulsan la búsqueda del conocimiento.
Estos espacios valoran y respetan lo que realmente despierta la curiosidad y el entusiasmo de los alumnos, haciendo que el aprendizaje sea activo, participativo y profundamente significativo.
Al centrar la enseñanza en los intereses propios y en el contexto único de cada niño, se fomenta el pensamiento crítico y se construyen aprendizajes auténticos, que tienen sentido y trascendencia en su vida y entorno.