Objetivo: Estimular el contacto visual, la atención y la imitación vocal del bebé a través del rostro del adulto.
Materiales: Solo el rostro y la voz del adulto.
Paso a paso:
Colocar al bebé frente al adulto (en brazos o acostado).
Acercarse a unos 20-30 cm de su cara.
Hablar con voz suave, clara y expresiva.
Exagerar gestos como sonreír, sacar la lengua, vocalizar sonidos como “ma-má”, “pa-pá”, “ooo”.
Esperar la respuesta del bebé (miradas, sonidos, sonrisas) y repite.
Beneficios:
Fortalece el vínculo afectivo.
Desarrolla la atención conjunta.
Estimula la percepción auditiva y visual.
Inicia la imitación vocal.
Objetivo: Asociar el ritmo y la melodía del lenguaje con sensaciones físicas agradables.
Materiales: Tu voz, manos suaves, opcional: instrumentos suaves como sonajeros.
Paso a paso:
Acuesta al bebé boca arriba o sostenlo en brazos.
Cántale una canción infantil lenta (ej. “Los pollitos dicen”).
Acompaña la canción con caricias suaves en manos, pies y mejillas.
Cambia el tono según la parte de la canción (grave/suave).
Termina con un contacto visual y una sonrisa.
Beneficios:
Estimula el oído musical y lingüístico.
Promueve la sensibilidad táctil.
Desarrolla la memoria auditiva.
Refuerza el placer por la voz humana.
Objetivo: Estimular la discriminación auditiva y la orientación del bebé hacia el sonido.
Materiales: Sonajeros, campanitas, objetos que emitan sonidos suaves.
Paso a paso:
Colocar al bebé en una superficie segura.
Hacer sonar un objeto a un lado de su cabeza (fuera de su vista).
Esperar a que gire o reaccione al sonido.
Cambiar de lado y repetir.
Reforzar con la voz: “¡Muy bien! ¿Dónde está el sonido?”
Beneficios:
Favorece la localización auditiva.
Desarrolla atención y curiosidad.
Estimula conexiones cerebrales relacionadas al lenguaje.
Objetivo: Fomentar el desarrollo sensoriopercepción a través del cuento
Materiales: Libro de tela o cartón con imágenes simples.
Paso a paso:
Sentarse con el bebé en brazos o recostado cerca del adulto.
Abre un libro de imágenes simples (caritas, animales).
Describe lo que ves con tono alegre: “Mira, un perrito. ¡Guau guau!”.
Usar diferentes tonos de voz para cada figura.
Mostrar entusiasmo y mantener el contacto visual.
Beneficios:
Enriquece el lenguaje receptivo.
Despierta el interés por los libros.
Favorece la comprensión temprana de palabras.