Además, nos gustaría hacer una serie de recomendaciones a tener en cuenta para la construcción de nuevos centros educativos.
Habría que tener en cuenta la ubicación y orientación del edificio, de tal manera que se pudiera aprovechar al máximo la luz solar, integrando los elementos arquitectónicos de una manera orgánica (zonas de sombra, pérgolas, etc.). Además, el diseño debería favorecer la correcta circulación del aire.
2. A la hora de proyectar las zonas exteriores, sería interesante planificar la existencia de zonas verdes, tal y como recomienda el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Está demostrado que aquellas zonas con mayor densidad de vegetación regulan mejor la temperatura y mitigan la sensación térmica.Los árboles refrescan el ambiente a través del agua que evapora el sol cuando indice en las hojas, aportando además zonas de sombra en los espacios abiertos.
3. En cuanto al uso de energía, deberían implantarse sistemas de producción de energías limpias, tales como placas solares o tejas fotovoltaicas, geotermia o minieólica. Todas ellas podrían utilizarse de forma individual o de manera híbrida, integrando varias de ellas en el sistema de producción de energía del edificio.
Por otro lado, habría que apostar por sistemas de climatización eficientes, como la aerotermia, que consiste en un máquina de intercambio de temperatura con el aire, lo que permite producir frío y calor, en función de las necesidades de cada momento.
4. Otra cosa a tener en cuenta son los materiales utilizados en la construcción, prefiriendo aquellos de bajo impacto ambiental, pero que permitan un adecuado aislamiento térmico y que estén debidamente impermeabilizados.
Sin olvidarnos de la importancia que tienen los colores utilizados en las fachadas y cubiertas, en el confort térmico.