SOS. MELTING POINT!

Enero del 2024. En España se han registrado un total de 68 nuevos récords por calor. Más de 20 capitales de provincia han superado los 20ºC rebasando, en la mayoría de los casos, su máximas mensuales.

Este episodio de calor anómalo para la época se debe, entre otros factores, a un potente anticiclón en superficie o el viento, que ayudó a que las temperaturas fueran incluso más altas de lo previsto. Pero, ¿está el cambio climático detrás de este calor anómalo? Las evidencias indican que el cambio climático está detrás del «tiempo a destiempo» que estamos sufriendo en los últimos años.

Está claro que el ser humano se enfrenta a temperaturas cada vez más altas y extremas. El 2021 se consideró el quinto año más caluroso de todos los registros existentes según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus. Además, la NASA concluyó que los últimos 10 años han sido los más calurosos desde que se tienen datos.

En España, la temperatura media ha subido 1,3 ºC respecto a 1961. Sin embargo, no solo se trata del aumento de las temperaturas sino también de cambios en los patrones atmosféricos que provocan eventos extremos como olas de calor más frecuentes e intensas. Según la AEMET, la temperatura más alta registrada en España fue en 2021, en Córdoba, donde llegaron a los 47,6 ºC. Y en el verano de 2023 se registraron numerosas olas de calor que superaban los 40ºC.

En consecuencia, los alumnos y el profesorado se ven cada vez más expuestos a estas temperaturas extremas que arriesgan su bienestar, e impiden el normal desarrollo de las clases y el aprendizaje, en los centros educativos de España.

En casos extremos el calor intenso puede provocar graves problemas para la salud como golpes de calor, mareos, dermatitis o cansancio, pero incluso en el día a día de los estudiantes este aumento en las temperatura tiene graves consecuencias en su rendimiento y concentración. Según estudios realizados en Harvard, el calor ralentiza el crecimiento cognitivo, pues hay un límite de calor a partir del cual nuestro cerebro no funciona correctamente: los 40ºC. A partir de esa temperatura el hipotálamo, que tiene la función de regular la temperatura, deja de controlar correctamente el sistema de enfriamiento de nuestro cuerpo, las proteínas se derriten, lo que afecta de manera grave a las neuronas.

Para enfrentar a estos problemas lo ideal sería la instalación de ventiladores o aires acondicionados, tristemente no muchos centros disponen de estos recursos, y si lo hacen, para cumplir las necesidades propuestas anteriormente, se tienen que enfrentar a un constante incremento en el precio de la factura de la luz impidiendo garantizar un servicio que permita el bienestar físico y mental en las clases.

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