En un pequeño pueblo alpino, el maestro quesero Hans dedicaba su tiempo a crear el legendario queso Falsen Taler. Este queso, de textura cremosa y sabor intenso, se elaboraba con leche de vacas que pastaban en los verdes valles. Hans seguía una receta ancestral, añadiendo hierbas aromáticas y madurando el queso en cuevas frías durante meses. El Falsen Taler, es un queso de corteza dorada y corazón suave.
En el pintoresco pueblo austriaco de Obervellach, rodeado de exuberantes pastos y las majestuosas montañas del Parque Nacional Hohe Tauern, se encuentra la quesería de Hans. Aquí, el maestro quesero dedica su tiempo a crear el legendario queso Falsen Taler.
Este queso, de textura cremosa y sabor intenso, se elabora con leche de vacas que pastan en los verdes valles y se alimentan de heno de agricultura ecológica. La receta tiene su origen en tiempos antiguos, cuando los monjes del monasterio cercano descubrieron la combinación perfecta de hierbas aromáticas y técnicas de maduración.
Hans siguen una filosofía simple: tomar los mejores ingredientes y producir el queso de la más alta calidad mediante la combinación de procesos tradicionales centenarios con lo mejor de la tecnología moderna.
El Falsen Taler se madura en cuevas naturales durante más de seis meses, donde las bajas temperaturas y la humedad crean el ambiente perfecto para su envejecimiento. Este proceso le otorga una corteza natural enmohecida entre negra, marrón oscuro y gris, salpicada con manchas de moho de colores, liberando un inconfundible olor a tierra, musgo y setas.
En su interior, la pasta de color amarillento es cerrada y compacta, con ojos de fermentación ocasionales. Su textura es fina y lisa, con un olor lechoso y un aroma picante con ligeras notas de tierra.
El Falsen Taler es un queso ecológico y sin lactosa, cuya característica más acusada es el contraste de aromas entre su rústica corteza y su pasta, que sorprende con una dulzura encantadora y apacible.