Indicadores de riesgos de abuso sexual infantil
Temor de ir al baño.
Temor o nerviosismo ante la presencia de un adulto en concreto: el agresor.
Cambios notorios en los hábitos alimenticios por exceso o disminución.
Crisis de llanto sin explicación.
Sensibilidad extrema. (irritabilidad, agresividad, llantos repentinos, indiferencia,
entre otros).
Dificultades en la integración al grupo de iguales.
Negarse a ir o permanecer en la escuela.
Incontinencia urinaria.
Incontinencia fecal.
Tendencia a aislarse.
Fugas del hogar.
Manifestaciones auto-agresivas de distinto tipo como: cortarse, golpearse, ponerse en situaciones de riesgo físico, arrancarse el cabello, rascarse hasta sangrar onicofagia y causarse otras lesiones serias que comprometan su salud, entre otros.
Trastornos del sueño (terrores nocturnos, insomnio, sonambulismo, bruxismo)
Malestares físicos constantes. (dolor de estómago, vomito, dolor de cabeza y náuseas)
Deserción escolar.
Cambios en la vestimenta o aspecto.
Cambios en los hábitos de higiene (suciedad, desaliño, despeinado, entre otros)
Dificultades para concentrarse en las tareas escolares.
Desinterés de las actividades vinculadas al aprendizaje y a la escuela.
Evasión de la participación en juegos o actividades grupales.
Negativa repentina a participar en actividades físicas.
Descenso repentino del rendimiento escolar.
Cambios bruscos en su estado de ánimo.
Uso y abuso de sustancias nocivas para la salud.
Periodos de ausentismo marcado, repentino o repetitivo.
Autopercepción desvalorizada o empobrecida.
Presenta sentimientos de vergüenza y culpa y evita el contacto visual.
Tendencia a quejarse mucho, ser exigente o aislado.
Molestias evidentes o expresiones de dolor en genitales.
Dificultades para caminar o sentarse.
Uso de información inusual para la edad sobre temas sexuales.
Sensibilidad extrema al contacto o acercamiento físico.
Ataques de ira.
Mostrarse triste.
Miedo a quedarse a solas con una persona en particular.
Conocimiento de temas sexuales y/o conducta inapropiada para un niño o
niña de su edad.
Escribe, dibuja, juega o sueña con imágenes atemorizantes o sexuales.
Habla de un nuevo amigo o amiga mayor.
De repente tiene dinero, juguetes u otros regalos sin motivo alguno.
Forzar a otras personas a realizar juegos sexuales.
Manipulación repentina de órganos genitales de forma continua
Presenta síntomas de algunas enfermedades de transmisión sexual
Muestra comportamiento asociados a etapas de desarrollo previas (comunicación oral con todos infantilizados, se lleva a la boca objetos o partes del cuerpo)