CURSO DE FORMACIÓN EN ROMA, ITALIA

del 10 al 15 de octubre de 2022


Wojciech JASTREBZSKI


El término inglés “grand tour” hace referencia a un viaje cultural por Europa realizado por los jóvenes, principalmente británicos, de los siglos XVIII y XIX, de las clases pudientes, para completar su educación y esparcirse, con Italia como destino clave, que inspiró a numerosos artistas y escritores del periodo. En el curso de formación “Grand Tour in Europe: Creativity, Innovation, Active Citizenship and Intercultural Dialogue” pude seguir algunos de los pasos de esos artistas y escritores en Roma. 

Mis compañeros/as eran personas de varios países, profesionales de la enseñanza de todos los niveles y muchas disciplinas, incluidas muchas de carácter no tradicional, de carácter académico y artístico. La mayoría con experiencia y experiencias interesantes en el ámbito de la expresión artística y personal, el uso de la cultura en la enseñanza y la formación, así como en el trabajo para la igualdad y la integración. Eso ha permitido cumplir de manera fácil e interesante con el programa de la actividad. 

La Villa Farnesina, una villa-palacio de Roma, en el barrio del Trastevere, construida al principio del siglo XVI, fue el primer punto de este programa. Las formas y líneas son un perfecto ejemplo de la elegancia renacentista. Dentro, destacan los frescos que se extienden por las fachadas y los muros, algunos de ellos realizados por Rafael, y son un sinfín de representaciones de las historias y los personajes míticos e históricos – dioses, diosas, titanes, reyes y reinas. Un recordatorio de hasta qué punto nuestro imaginario colectivo, nuestras lenguas y, sin darnos cuenta, nuestras personalidades, son fruto del mundo de los clásicos y de los que han estado aquí antes que nosotros. 

Luego llegaron: el Museo Nacional de Roma, con sus cuatro espacios expositivos diferentes: Termas de Diocleciano (los más destacados baños termales de la Antigua Roma, con capacidad para más de 3000 personas), Palazzo Massimo (esculturas, frescos, mosaicos, monedas y joyería), Palazzo Altemps (renacimiento de la escultura antigua) y Crypta Balbi (colección altomedieval), Plaza Navona, con sus fuentes y los palacios, las bibliotecas y las iglesias que la rodean,  el Panteón de Agripa y mucho más, sin olvidar las sesiones de reflexión y de demostración de cómo el patrimonio se puede utilizar para enseñar conocimientos y valores. 

Varias de esas sesiones de reflexión sobre lo experimentado las hacemos, sobre un capuchino  en su país de origen, en el Chiostro del Bramante, cerca de Plaza Navona – un espacio cultural dedicado, sobre todo, al arte moderno. La sala Sybille ofrece un contrapunto para la gran dosis de lo clásico, pero sin olvidarse de lo clásico – está pintada con imitaciones de los frescos renacentistas en una visión moderna y postmoderna – un toque ecléctico y jocoso. Por desgracia, no es un decorado permanente – la sala cambia su temática periódicamente. Los “grand tours” originales inspiraron a artistas de los siglos pasados. El nuestro ha inspirado a un grupo de docentes que, sin poder aspirar a la influencia de los/las artistas del siglo XVIII, transmitirán la importancia de nuestro patrimonio y de sus mensajes a su alumnado, mejorando su manera de pensar, sentir y actuar.