En linograbado el procedimiento para obtener la imagen es idéntico al del grabado en madera, incidiendo sobre el linóleo con gubias, de modo que las partes despejadas quedarán en blanco y las zonas en relieve serán las que reciban la aplicación de la tinta. Al ser un material blando, el linóleo no presenta las dificultades de la veta de la madera.

El resultado gráfico del linograbado suele ser muy potente por las tintas planas y aterciopeladas y el fuerte contraste con blanco de las incisiones.

La hoja de linóleo se entinta con un rodillo y, a continuación, se impresiona sobre el soporte escogido sea papel o tejido. Esta impresión se puede realizar mediante una prensa vertical, un tórculo o bien manualmente.

Es un procedimiento sencillo y muy intuitivo con el que podemos estamparnos camisetas, bolsas de tela o papel.