La materia de aprendizaje y docencia online representó para mí un despliegue de ideas, reflexiones y preguntas. Por fin tenía la oportunidad de ver en un solo lugar todo aquello en lo que había venido trabajando de manera autónoma; he sido en esto de la formación online una autodidacta. He aprendido sobre modelos, marcos y gestión de clase en un mundo digital porque sabía que era el punto necesario para empezar a darle un vuelco total a mi enseñanza. Además, he podido apoyar a otros profes en su formación. Pero esta vez era yo la que retomaba la formación.
A lo largo de mi experiencia como docente he probado muchos EVA y, para mí, fue una grata sorpresa ver que el reto de esta lección estaba relacionado con un EVA que conozco a profundidad: Google Classroom. Crear espacios de aprendizaje con ayuda de esta plataforma lo hago constantemente y creo, sin duda alguna, que será por un largo periodo mi plataforma favorita.
Por esa razón aproveché la opción de Class Migrator para pasar una de mis clases (conversación C1) de mi escuela online a la cuenta que nos proporciona la UNIR. Desde allí debíamos entregar nuestro reto. Usar esta herramienta es muy sencillo. Solo hay que introducir los datos de acceso de la cuenta desde donde quieres copiar tu clase y luego los datos de la nueva cuenta y ya. Al migrar la clase todo aparece en la nueva cuenta pero en borrador. De esa manera, podemos decidir qué publicar o no. Si estás interesad@ en aprender cómo usar esta herramienta, aquí puedes encontrar un sencillo tutorial.
Fuente: classmigrator.com
Para este reto organicé mi clase como normalmente lo hago con las otras. Lo primero que encuentran mis estudiantes es la información básica para acceder a las sesiones en línea. En el tema 1 siempre van tener el enlace a Zoom y también la programación que vamos a tener durante el curso. Así, siempre podrán entrar rápidamente a los contenidos vistos en caso de que algún día no puedan asistir. La opción que ofrece GC de tener todos los temas al lado izquierdo y poder acceder desde allí, es, en mi opinión, una de las ventajas más grandes. Cuando llevas cursos de más de un año, la afluencia de información y carpetas es tal que es fácil perderse.
Organizando los temas numéricamente, los estudiantes pueden tener un acceso más rápido. Lo he vivido desde el otro lado, como estudiante de un curso online. Sé cuánto alivia el saber que la curva de aprendizaje de un LMS no es tan alta y que puedes enfocarte en lo que realmente importa: el aprendizaje.
Cuando mis estudiantes acceden por primera vez al aula, encuentran un mensaje de bienvenida. Con él, busco romper ese primer hielo que existe en la enseñanza en línea: la lejanía con el docente. He agregado vídeo en donde me presento, un juego para que me conozcan, un sencillo tutorial de Google Classroom para estudiantes y una lista de reproducción de Spotify. Siempre me ha gustado compartir música en el tablón de anuncios. Naturalmente, música en la lengua que están aprendiendo mis estudiantes. Combinando estas cuatro herramientas creé un espacio de conexión y los invité a explorar nuestro entorno de aprendizaje. Después de la primera sesión los animo a que ellos se presenten también.
Con ayuda de Genial.ly he creado una aula virtual y he introducido elementos interactivos que me ayudan a mostrar más textos o imágenes en mi presentación. Luego, he grabado la pantalla con la extensión Loom. Así se tenía la impresión de que yo estaba en el televisor que se ve en el vídeo. En la entrada de bienvenida agregué el enlace de Loom. En Loom se tiene la oportunidad de comentar o agregar emoticonos: otra forma de conectar.
La música siempre va a ser un elemento que conecte a las personas y en un aula virtual también logra su objetivo. A clase llevo con frecuencia la explotación didáctica de una canción y trabajamos contenidos lingüísticos. Sin embargo, compartir música solo por el hecho de escucharla y de disfrutarla en la lengua que se está aprendiendo, también es un punto adicional. En esta ocasión compartí una lista de reproducción. Otras veces hemos creado una lista de reproducción entre todos y la ponemos en un apartado especial en Google Classroom.
Una de las claves esenciales de un LMS es brindarle al aprendiente la oportunidad de tener interacción con la temática 24 horas y siete días a la semana. Saber que en cualquier momento puedo entrar al LMS y buscar exactamente la temática que estamos trabajando actualmente, revisar contenidos y presentar tareas quizá atrasadas, puede facilitar todo. Normalmente creo un apartado especial para ello. Lo hago con Genial.ly, Book Creator o en una hoja de cálculo de Google. En este caso, en la programación se ve semana a semana cuáles son los temas a tratar y cuándo los trataremos.
Una de las ventajas que tiene ahora Google Classroom, es que facilita la integración de determinadas extensiones que permiten incluir también un input auditivo. La extensión Mote la uso para dar feedback, para crear actividades interactivas y para dejar instrucciones sobre un material o una tarea que publico. Para estudiantes de ELE es otro contacto con el profesor y con la lengua hablada. Si los estudiantes también la instalan, pueden dejarme mensajes de audio en cada una de las entradas de Classroom. Antes usaba otra extensión llamada Talk & Comment. Pero como comentaba, la facilidad en la integración de Mote y Classroom ha hecho que me quede con esta última.
Partiendo de que en mis clases hago mucho énfasis en el trabajo colaborativo y en cuánto aprendemos cuando podemos ver lo que nuestros compañeros hacen (de esa manera surgen preguntas que de otra manera quizá lo escucharíamos), yo propongo muchas actividades en documentos colaborativos o herramientas que la permiten. La ventaja de herramientas como Google Docs y o Padlet es que permiten hacer aportes de manera anónima. Cuando no se domina la lengua a la perfección, se puede crear cierta reticencia a compartir y expresar la opinión y, a veces, no están seguros de si lo que se dice es correcto.
Para conocer un poco más cuál es el nivel de competencia digital que hay en el grupo, formulé en un Padlet preguntas relacionadas con las competencias del Marco de Competencia Digital del INTEF: información, comunicación, creación de contenidos, seguridad y resolución de problemas. Más que encasillarlos en un nivel (A1 o C1), con esta actividad busco ver ejemplos prácticos de cómo usan la tecnología para aprender la lengua y cómo puedo usar esa información para crear materiales o paisajes de aprendizaje echando mano de lo que me cuentan.
Para terminar, me gustaría hacer una reflexión sobre el proceso de este reto. ¿Quieres escucharla?
Jennifer Niño