Oración
Bendito seas Oh Cristo, crucificado y glorioso Buen Pastor, tu fortaleza se manifestó en la debilidad del Beato José Cebula quien, por su dedicación a la formación de los jóvenes para el presbiterado y el cuidado pastoral de tu pueblo, mereció sacrificarse a sí mismo al Padre en unión Tuya. Humildemente te pedimos Nos concedes por su intercesión la gracia de ….
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Biografía
(Tomado de omiworld.org) El Padre JOSÉ CEBULA nació en una modesta familia de origen polaco el 23 de marzo de 1902 en Malnia, al sur de Polonia. Sufrió tuberculosis en su juventud. Después de una inesperada recuperación, visitó un santuario Oblato donde compartió su historia con un presbítero Oblato. El presbítero le aconsejó estudiar con los Oblatos en el seminario menor oblato recientemente establecido.
A los 19 años entró en la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Después de su ordenación presbiteral en 1927, P. Cebula dedicó gran parte de su ministerio enseñando a seminaristas oblatos (1927-1937). Desde 1931 en adelante, fue director del seminario menor de Lubliniec. En 1937 comenzó a ser maestro de novicios en Markowice (1937-1941), en donde su humildad y gentileza fue notable. En este tiempo fue muy activo en el ministerio de la predicación y uno de los más buscados como confesor.
Cuando los Nazis ocuparon Polonia en la segunda Guerra Mundial, declararon ilegal a la Iglesia. Todas las asociaciones eclesiales fueron prohibidas y muchos presbíteros arrestados. El 4 de mayo de 1940 los novicios oblatos fueron arrestados en Markowice y enviados al campo de concentración en Dachau, Alemania. Al P. Cebula se le prohibió ejercer su ministerio presbiteral y obligado a trabajar en el campo. Por la noche, el celoso presbítero celebraba la Eucaristía y administraba los sacramentos en los pueblos del entorno hasta que fue arrestado el 2 de abril de 1941. Lo llevaron al campo de concentración de Mauthausen en Austria.
Conocido por su humildad, el P. Cebula fue un hombre de oración con una profunda vida espiritual. Irradiaba paz en medio del campo de la muerte, incluso cuando era torturado por los Nazis. En Mauthausen fue acosado y obligado a hacer trabajos forzados, picando rocas en la cantera, simplemente porque era un presbítero de la Iglesia católica. P. Cebula fue obligado a cargar con rocas de 60 libras desde la cantera hasta el campo, unas dos millas de distancia. Tenía que subir 144 escalones por una escalinata denominada la escalera de la muerte, al tiempo que era golpeado e insultado por sus torturadores. Los guardias lo humillaron y se burlaron ordenándole cantar los textos de la Misa mientras trabajaba. Tres semanas más tarde, el P. Cebula recuperó sus fuerzas repentinamente y dijo: “Tú no estás en cargo. Dios te juzgará” Los Nazis le ordenaron correr con una roca a sus espaldas hacia la valla de púas metálica del campo donde un guarda le disparó con su ametralladora y declaró que el P. Cebula “fue disparado cuando intentaba escapar”. Murió como mártir el 9 de mayo de 1941 por una ráfaga de balas. Su cuerpo fue llevado al horno crematorio y allí cremado.