Juana Bignozzi
Veleidades con niños conocidos

Yo me esfuerzo por enseñarle a los niños que me rodean

que antes de abrir una puerta hay que decir permiso;


ellos miran a sus mujeres y piensan que soy una arpía,


los más benévolos dicen es una mujer con veleidades,

y como les han dicho que los hombres inteligentes ríen en voz baja,

los imitan en forma lamentable.

En los costados del camino los caballos sólo comen las flores azules

yo quisiera llevar a los niños que me rodean

para que empezaran a aprender algo sobre el buen gusto,

los caballos son grandes maestros.

Pero ellos prefieren la filosofía y morirán sin entender

vestidos de niños con mediecitas blancas

y con todas las crueldades absolutas de los niños.

La gente con veleidades que no creemos en los pecados

del precio, la venta o la entrega

los miramos jugar con sus barriletes

y nos ofrecemos tranquilamente

para que nos claven en el cuerpo flechas de colores primarios.