una olvidada amistad

Del salón en el ángulo oscuro,

de su dueña tal vez olvidada,

silenciosa y cubierta de polvo,

veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas

como el pájaro duerme en las ramas,

esperando la mano de nieve

que sabe arrancarlas!”

“-¡Ay! -pensé-, ¡cuántas veces el genio

así duerme en el fondo del alma,

y una voz, como Lázaro, espera

que le diga: “Levántate y anda”!


*=*=*=*

Recordando a Gustavo Adolfo Becquer

yo pensé que tal vez las amistades de juventud, así también se duermen...


¿Vendrá esa mano de nieve que las arrancará del sueño?

Y tú, como Lázaro, ¿oirás mi voz?

Un camino de estrellas



Invocación


todos los días subo a la atalaya

y escucho el susurro del viento

y de las voces que se entrechocan

no distingo la voz que yo espero.

¿se puede que nunca más vuelva

esa palabra que anhelo?


***


Introducción

"Yo quisiera recordar mi buen amigo..."


Así comenzaba tu poema que me enviaste en el 66,

el 23 de julio de 1966 precisamente.

Ambos gozábamos de esa alegre juventud

que dan los 18 años...

Esta frase está tan grabada en mi mente,

que nunca la he olvidado y nunca la olvidaré;

ya es parte de mi ser.

Hace ya 50 años, casi...

pero tengo un tesoro, tus cartas de aquel entonces;

cuando las leo,

mi corazón se estremece todavía.



=0=0=


Intento


La vida nos llevó por alejados caminos;

el cotidiano ajetreo llenó nuestros días

y totalmente nos ha absorbido

y cesamos de saber cuál fue mi vida

para tí, cuál fue para mí tu destino.


"Ese soy yo ! " este mensaje tuyo

que a mi mensaje respondía

de nuevo levantó mi corazón

y con ilusión decía : "¡Arriba!"

como ese "sursum corda"

tantas veces repetido

al que siempre respondíamos

"Habemus ad Dominum".


Ya estaba yo soñando

con ese encuentro deseado;

reconocer tus rasgos

que a la par que los míos

el tiempo había modelado;

ya llevaba tus canciones

listas para esparcirlas

en el viento diáfano :

"...aquel día en que dos jilgueros

con traje de trovadores

iban buscando el agua limpia del mar

para cantar sus amores ..."


Y me respondió ... el silencio;

un sepulcral silencio

que cual pesada lápida

me dejó atónito, casi muerto.


Ofrenda


Yo venía diciendo mis ansias,

y también mis logros -pequeños-

que no tienen aura,

que no tienen eco,

que sólo llevan la fe

del interno afán que llevo,

que son los pilares

que sostienen mi vida;

que sólo son riachuelos

que a la vera del bosque

llevan, creo, una agua pura

de mi honda fuente surtida

que nadie ve pasar...

Tal vez en camino

encontrarán un rosal...

y me diré : estas rosas

llevan un poco de mi vida.


tú, así decías :


"...para quitar una espina y otra espina

y dejar sólo la rosa"



Incertidumbre.


A la sombra del tilo milenario

-de certeza el corazón henchido-

ante mí creo tu perfil lejano

vislumbrar y tembloroso respiro;


¿vendrá el amigo que yo espero?

¿sus manos se abrirán para el abrazo?

¿veré en sus ojos el destello

de la antigua amistad, entre sus brazos?


Son mis ojos agotados, creo,

los que se burlan de mí

y contra más los restriego

más difuso es tu perfil.


Tu nombre.


Yo nunca tu nombre iré gritando

ni lo notaré en mi libreta usada;

siempre en mí lo llevo anotado

como “…una violeta cargada

de recuerdos perfumados

y mortecinas noltalgias”


En esta universal telaraña

donde tanta hiel se vierte,

prefieres, sin duda, tenerte

al margen. Comprendería tu saña.


Tal vez que ocupado tu tiempo

en cargos altos y exigentes

ya el fútil eco no entiendes

de un cándido y sencillo verso

que un amigo, antiguo amigo,

se empeña en decirlo.

También lo comprendo.

Respetaré tu silencio.


No me cabe imaginar

que este inocente pasado

pudiera contrarrestar

el presente que has logrado.

Esto no lo comprendería.


Yo no te llamaré

aunque mi ser me violente;

simplemente esperaré

"...que la violeta despierte

como al son del cefirillo..."

y que el eco del viento acerque

esa esperada voz que ansío.

¡Amigo, te espero!


Liviandad.

Mucho amor tuve a las palabras,

las olvidé, sin embargo;

como olvidé al amigo

de mi juventud.

Es la vida, – ese afán de ganar su vida –

ninfa sardónica que todo engulle;

funesta acaparadora del tiempo

de las palabras del alma.

No son rencorosas las palabras,

ahora vuelven, aunque mermadas,

anticuadas, ¿justicieras?

Ya llevan un moho del pasado;

en las ramas de árbol

esquelético son palabras secas.

Ahora vuelven y vuelve también

con ellas, la memoria del amigo.

Abro mis manos para recoger

esa lluvia de palabras

– siempre es la lluvia fértil –

Abro mis brazos para acoger

al amigo. Sé que un día volverá.

!Son mis manos tan pequeñas!


« L’œuvre » *

¡Amigo, amigo! Yo quisiera

que nunca fueses tú

ese exitoso Sandoz, celebrado

escritor, que con dolor –nadie duda-

describe el camino de su malogrado

amigo Lantier, en el orgulloso

intento de crear la grandiosa epopeya.

En el ara del sacrificio pone

a su mejor amigo, pintor que lleva

el impetuoso soplo de la moderna

pintura, que él –clásico escritor-

no puede vislumbrar. El tiempo

lo llevará al culmen de su arte

pictórico y él -escritor y amigo-

nunca verá los laureles

con los cuales los dioses del Parnaso

coronarán el excelso genio.

* Nota. En referencia a la novela ‘L’œuvre’ de Emile Zola, perteneciente a la serie

“Les Rougon-Macquart”



Diálogos del 67.


Éramos jóvenes, éramos amigos,

de esa amistad pura,

que nos alentaba y nos hacía sentirnos

fuertes, emprendedores,

conquistadores de un mundo a nuestro alcance.

No de un mundo de financia, ni de poder;

sólo el poder de la poesía.

yo


amigo


siento que me faltas tú.

tú y yo qué llenos, qué alegres

viviendo nuestra propia vida.


veo mi juventud estancada,

parada como el agua

de un pantano, -si quiebra

vendrá el desastre-.

quisiera encauzarla,

que produzca energía;

que no se corrompa

quieta, paralizada.

me falta un cauce humano

y tengo tan poca fuerza

para seguir ...el divino.

estoy solo

y resuena en mi corazón :

"¡ay de los solos !".


tú serás mi sol humano

un rayo de luna, al menos.

por qué Tú que me creaste

me encarnaste tan rebelde,

tan rebelde, tan rebelde.

yo


si estás tan cerca, amigo...

si estás tan dentro, dentro

que yo estoy sintiendo

tu corazón en el mío.


si estás llenando la flor

y los niños, esta tarde;

si estás en esa salve

que rezo con dulzor.


si estás iluminando

las nubes del poniente

y viertes en la fuente

tus entrañables cantos.


yo te veo en la tarde

y siento tu mirada.

he recibido tu mensaje

pude entonces explayar

mi alegría en todo mi mar,

sueños de color y sueños de amistad.

me recordabas lo mismo que te recordé

por eso somos dos flores que se entienden,

que se comunican sus horas como el más fiel

lindero que acompaña su obra diaria.

hemos hecho una vida de los dos

entretejida de un añorado recuerdo

que se hace realidad - rosa para los dos -

en el correr de nuestros momentos.

yo


momentos íntimos contigo;

yo me descubro

como se abre la flor a la brisa

rosada de la mañana.

tú -mi brisa- me comprendes,

me animas.


creo en ti; creo que tu amistad

es pura amistad y -alegre-

me pongo a cantar :

"poesía del corazón,

- la más bella -

hoy te siento plena

en mi interior".

yo sé que tengo un amigo.

ya la tarde. el medio-sol

- como mi amistad ardiendo -

se lleva la copla hacia dentro :

"poesía del corazón

plena en mi ilusión".

en los brazos del agua

suspendía el amor:

la luna en el estanque.

el cielo bruñía sus caras

en el vaivén de las aguas:

el estanque con la luna.

soñando me perdí

en el corazón del agua:

en el estanque la luna y yo.