El cielo de primavera
Hacia el Norte
Vamos a situamos de la forma más fácil, busca la Osa Mayor hacia el Norte, que aparecerá muy alta en el cielo, como un cazo en posición tumbada. Esta constelación tiene un secreto, y es que la estrella más elevada del “mango”, llamada Mizar, es en realidad una estrella doble y, al observarla detenidamente, se desdobla en dos, revelando a su pequeña acompañante Alcor. Los ejércitos árabes y persas utilizaban en la antigüedad la capacidad de ver ambas como prueba de buena visión para arqueros y vigías.
Alargando la línea de las dos estrellas frontales del cazo aproximadamente 5 veces, llegarás a la Estrella Polar. Esta estrella coincide con la prolongación del eje de rotación de la tierra y por ello está siempre ahí, marcando el Norte en cualquier época del año y a cualquier hora (incluso de día, si pudiéramos verla). La Polar forma parte de la constelación de la Osa Menor que, pese a ser muy conocida, es poco visible.
Por último, continuando la línea anterior otras 5 veces, llegarás a la gran W que forman las estrellas de Casiopea, madre de la princesa Andrómeda según la mitología griega, constelación que veremos en otoño. Todas estas constelaciones que hemos mencionado hasta ahora se denominan circumpolares porque, por estar cerca de la Polar, tampoco se ocultan nunca y las podemos ver durante todo el año girando alrededor de ella.
Como curiosidad, en Primavera aparecen a ambos lados de la Polar dos estrellas muy brillantes que están muy cerca del cénit en otras estaciones, Capella (invierno) y Vega (verano), dando idea de cómo gira la bóveda celeste a lo largo del año.
Hacia el cénit
A continuación vamos hacia el cénit, el punto más alto del cielo, nuestra vertical. La primera estrella de nuestro viaje será Arturo, a la que se llega extendiendo la curva del "mango" de la Osa Mayor hasta dar con ella. Es la segunda estrella más brillante de nuestro cielo nocturno (después de Sirio, que aparece en invierno), una gigante naranja 26 veces mayor que el Sol. Su nombre deriva del griego Arcturus, que significa "el guardián de la osa", en referencia a la Osa Mayor.
Arturo forma parte de la constelación de Boyero, con forma de cometa. Curiosamente su nombre es de inspiración romana, pues boyero significa "cuidador de bueyes" y hace referencia a los "siete bueyes", que es como los romanos llamaban a la Osa Mayor. De hecho, "siete bueyes" en latín se dice "septem triones" y de ahí que se utilice septentrional como referencia al hemisferio Norte, que es donde se puede ver esta constelación. Por último, al lado del Boyero podemos distinguir la Corona Boreal, una pequeña constelación de 7 estrellas que, en la mitología griega, representa la corona de Ariadna, hija del rey Minos, que ayudó al héroe Teseo a matar al Minotauro y escapar del laberinto en que vivía.
Alargando la curva que nos llevó a Arturo llegamos a Spica, la estrella más brillante de la constelación de Virgo, que se puede reconocer como una Y que parte de ella. Virgo es la mayor constelación del Zodiaco y, en la mitología griega representa a Astrea, la diosa virgen de la justicia. Esta constelación está plagada de galaxias visibles con telescopio, entre ellas M87, la galaxia en cuyo centro está el primer agujero negro que se consiguió fotografiar en 2019.
Para finalizar, volvemos a la Osa Mayor y, continuado la línea marcada por las dos estrellas de la base del cazo, llegamos a Régulo, la estrella más brillante de la constelación zodiacal de Leo. Esta constelación representa al temible León de Nemea, al que Hércules consiguió estrangular como parte de sus doce trabajos. La cabeza del león forma un asterismo muy reconocible por su forma de hoz. En la cola, encontramos la segunda estrella más brillante, Denébola cuyo nombre, de origen árabe, no significa otra cosa que "cola de león". Arturo, Spica y Régulo forman un triángulo isósceles muy característico de esta estación, que se conoce como Triángulo de Primavera.
En estas imágenes vemos primero a Leo (APOD 2010), mirando en diagonal abajo derecha y con Marte (en rojo) junto a Régulo a sus pies. Después, el agujero negro de la galaxia M87, fotografiado en 2019 por el Event Horizont Telescope (Wikipedia). Por último, la Galaxia del Sombrero (Wikipedia), una de las miles de galaxias de Virgo.
La primavera no es una época especialmente rica en estrellas y tampoco puede verse la Vía Láctea pero, precisamente gracias a eso, el cielo está más oscuro y podemos apreciar la belleza de Leo y sus acompañantes. ¡Espero que esta guía os ayude a disfrutarlo!