El cielo de otoño

Hacia el Norte

Vamos a situamos de la forma más fácil, busca la Osa Mayor hacia el Norte, que aparecerá muy baja en el cielo, con su característica forma de cazo. Esta constelación tiene un secreto, y es que la estrella más elevada del “mango”, llamada Mizar, es en realidad una estrella doble y, al observarla detenidamente, se desdobla en dos, revelando a su pequeña acompañante Alcor. Los ejércitos árabes y persas utilizaban en la antigüedad la capacidad de ver ambas como prueba de buena visión para arqueros y vigías.

Alargando la línea de las dos estrellas frontales del cazo aproximadamente 5 veces, llegarás a la Estrella Polar. Esta estrella coincide con la prolongación del eje de rotación de la tierra y por ello está siempre ahí, marcando el Norte en cualquier época del año y a cualquier hora (incluso de día, si pudiéramos verla). La Polar forma parte de la constelación de la Osa Menor que, pese a ser muy conocida, es poco visible.

Por último, continuando la línea anterior otras 5 veces, llegarás a la gran W que forman las estrellas de Casiopea, madre de la princesa Andrómeda según la mitología griega. Todas estas constelaciones que hemos mencionado hasta ahora se denominan circumpolares porque, por estar cerca de la Polar, tampoco se ocultan nunca y las podemos ver durante todo el año girando alrededor de ella.

Como curiosidad, en Otoño puedes ver desde primera hora a la derecha de la Polar una estrella muy brillantes que estará muy cerca del cénit en invierno, Capella. Verás que titila de una forma muy intensa, y es porque está compuesta en realidad por un sistema de 4 soles que giran por atracción gravitatoria entre ellos.

Hacia el cénit

Siguiendo la parte central de Casiopea hacia el cénit, llegamos a Alpheratz. Esta estrella es la más brillante de un cuadrado que se distingue claramente porque no tiene casi estrellas en su interior: es el gran cuadrado de la constelación de Pegaso. Así mismo, Alpheratz forma parte de la constelación de Andrómeda, cuya parte principal está constituida por una línea de 4 estrellas. Del punto medio de esa línea sale otra de 2 estrellas que termina en una pequeña mancha lechosa: es la Galaxia de Andrómeda. Éste es el único objeto visible a simple vista en todo el cielo que no pertenece a la Vía Láctea y, por tanto, el más lejano (2,5 millones de años luz). De hecho, hasta 1924 se pensaba que Andrómeda era una nebulosa y que la única galaxia del Universo era la Vía Láctea, y fue Edwin Hubble quien ese año descubrió que en realidad era otra galaxia, revolucionando completamente la astronomía. ¡Actualmente se sabe que hay más de 100.000 millones de galaxias en nuestro Universo!

Volviendo a Casiopea, siguiendo la otra línea de la parte central, llegamos a Mirfak, la estrella más brillante de la constelación de Perseo. A mitad de camino, podremos admirar el Doble cúmulo de Perseo, dos grupos de 300 estrellas jóvenes muy próximos entre sí, que se ven claramente con prismáticos.

Por último, al principio de la noche, todavía podremos ver el Triángulo de verano y, a medida que ésta avanza, aparecen las primeras estrellas de invierno, empezando por el cúmulo de Pléyades.

Las constelaciones de otoño están unidas a través de la mitología. Perseo era un semidiós, hijo de Zeus y una mortal, que consiguió matar a la gorgona Medusa cortándole la cabeza, utilizando el reflejo de su escudo para evitar convertirse en piedra al mirarla. De la sangre derramada nació el caballo alado Pegaso, con el que inició el camino de vuelta. Durante el mismo, se encontró a una bella joven atada a una roca frente al mar. Era la princesa Andrómeda, que estaba siendo entregada a un monstruo marino enviado por Poseidón, como castigo porque su madre Casiopea había afirmado ser más bella que las ninfas del Mediterráneo. Perseo consiguió matar al monstruo y rescatar a la princesa a lomos de Pegaso, se casó con ella y tuvieron numerosos descendientes, entre los que está el mismísimo Hércules.

A la izquierda Edwin Hubble (LIFE Photo Collection), con el telescopio de 2,5m de diámetro con el que consiguió demostrar que Andrómeda es una galaxia y que, por tanto, la Vía Láctea no es la única galaxia del universo. En el medio Andrómeda (Wikipedia), captada con un telescopio actual de aficionado. Por último, el Doble Cúmulo de Perseo (Wikipedia), donde se observa una mayoría de estrellas jóvenes blanco-azuladas, que contrastan con algunas gigantes rojas.

El cielo de otoño tiene pocas constelaciones importantes, pero que cuentan muchas historias interesantes. Además, a partir del cambio de hora anochece antes, por lo que es más fácil salir a observarlas. ¡Espero que esta guía os ayude a disfrutarlo!