Según Fernández (2013) la evaluación psicológica es aquella disciplina de la psicología científica que se ocupa de la exploración y análisis del comportamiento de un sujeto o de un grupo especificado de sujetos con distintos objetivos aplicados: descripción, diagnóstico, selección/predicción, explicación, cambio y/o valoración de los tratamientos o intervenciones aplicadas. Esto implica un proceso de solución de problemas y toma de decisiones que comienza con la demanda de un cliente y/o sujetos o grupos de sujetos a un psicólogo, en la cual se realizan una serie de actividades científicas y profesionales como la administración de pruebas psicológicas, técnicas de medida y procedimientos de recogida de información.
La exploración implica la recogida de información sobre el comportamiento del individuo o grupo. El análisis consiste en interpretar los datos recogidos de cara a construir un juicio o modelo del funcionamiento del individuo o grupo en su medio ambiente general o en un contexto particular.
Así pues, en la evaluación psicológica queda perfectamente delimitada la diferenciación entre qué se evalúa (variables del comportamiento), con qué o cómo se evalúa (instrumentos, técnicas o procedimientos de recogida de información), y para qué se evalúa (finalidad u objetivo: descripción, orientación, selección, clasificación, predicción, explicación, cambio y/o valoración) (Fernández-Ballesteros, 1980).
Como hace tiempo señalaron McReynolds (1971) y Fernández-Ballesteros (1997), la evaluación psicológica se caracteriza por el empleo de varios tipos de información y, de forma derivada, por el empleo consiguiente de instrumentos, técnicas y procedimientos variados. Por ello, la evaluación psicológica se caracteriza más por las funciones a las que sirve que por los instrumentos que utiliza. Es un error, pues, equiparar la evaluación psicológica con la tecnología de test (testing), atendiendo a un único tipo de instrumentos, o con psicodiagnóstico clínico, atendiendo a una única finalidad.
Los instrumentos y procedimientos de recogida de información vienen en gran parte determinados por la demanda de evaluación y los comportamientos que se quieren estudiar. Por ello, la evaluación psicológica utiliza no solo los tests, sino cualquier otro procedimiento científico que se preste bien a recoger la información necesaria para tomar las decisiones que el problema planteado requiere.