I. Introducción
Cuando pensamos en Jesús, solemos imaginarlo como un niño en Belén o como un adulto enseñando a las multitudes. Pero, ¿qué sabemos de su vida en la preadolescencia? Aunque la Biblia no cuenta muchos detalles sobre esta etapa, hay un momento muy especial que nos da pistas sobre cómo era Jesús a los 12 años: el día en que se quedó en el templo de Jerusalén conversando con los maestros de la ley. Este episodio, recogido en el Evangelio de Lucas (2:41-50), nos muestra a Jesús como un joven lleno de sabiduría, amor por Dios y respeto hacia sus padres.
II. Jesús en el templo: Una historia para reflexionar
Cada año, la familia de Jesús viajaba a Jerusalén para celebrar la Pascua. Cuando tenía 12 años, Jesús fue con ellos, pero algo curioso ocurrió: al regresar a Nazaret, María y José se dieron cuenta de que Jesús no estaba con ellos. Después de buscarlo durante tres días, lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
¿Qué hacía Jesús en el templo?
Estaba aprendiendo y hablando sobre las Escrituras. Los maestros se asombraban de su conocimiento y de las respuestas que daba.
¿Qué sintieron sus padres?
María y José estaban preocupados, como cualquier padre que pierde a su hijo. Cuando lo encontraron, le dijeron: "¿Por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando con angustia". Jesús respondió: "¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?".
III. Lecciones que podemos aprender
El valor de aprender y preguntar:
Jesús, aunque era el Hijo de Dios, también dedicó tiempo a aprender. Esto nos enseña que nunca dejamos de crecer, especialmente en el conocimiento de nuestra fe.
El respeto por los padres:
Aunque Jesús tenía un propósito divino, volvió con sus padres y los obedeció. Nos muestra que podemos cumplir nuestros sueños y, al mismo tiempo, honrar a nuestra familia.
La conexión con Dios:
Jesús sentía una relación especial con Dios, a quien llamaba "Padre". Esto nos invita a buscar una relación personal con Él a través de la oración y la reflexión.
IV. Actividades para reflexionar
La búsqueda de Jesús:
Dibujen o escriban una pequeña historia sobre cómo María y José buscaron a Jesús. ¿Cómo se sentirían ustedes en su lugar?
Preguntas sabias:
Piensa en algo que te gustaría aprender más sobre la fe o la vida de Jesús. Escribe una pregunta que le harías si estuvieras con él en el templo.
Reflexión personal:
Escribe una breve carta a Dios, contándole algo que te preocupa o que te gustaría entender mejor.
V. Conclusión
La preadolescencia de Jesús nos inspira a ser curiosos, respetuosos y a buscar siempre a Dios en nuestras vidas. Aunque no sepamos mucho sobre esos años, este episodio nos muestra que Jesús ya estaba preparando su misión: traer amor, esperanza y salvación al mundo. Como él, podemos aprender, crecer y hacer el bien en todo lo que hacemos.
¡Recuerda! Todos somos únicos y valiosos, y Dios tiene un plan especial para cada uno de nosotros. ¿Qué podemos hacer hoy para acercarnos más a Él y a los demás?
FICHA DE EJERCICIOS: