Familias, amigos o apenas conocidos. Si en algo se diferencia Marvel de la Distinguida Competencia es en la variedad de sus grupos. Algunos permanecen fieles a pesar de los desamores, las batallas y las discusiones verbales apasionadas.  Otros se arman sobre la marcha y continúan hasta el infinito porque importa, a simple vista, que siempre haya un reemplazo. No importa si hay que rescatar un gato del tejado, salvar al barrio o, incluso, cuidar al planeta Tierra. Los superhéroes siempre están ahí, donde se los necesita.

Avengers, Cuatro Fantásticos o X-Men abrieron esta brecha, cada uno con una de estas filosofías. Los Héroes Más Poderosos del Universo cambian de formación como Iron-Man de traje. Dicen que una vez Vengador, vengador por siempre. Y la base de datos satura la memoria del disco rígido, Jarvis.

Los Fantásticos se convirtieron en el primer linaje súper heroico del universo. “Lo primero es la familia” sostenían los Benvenuto; y Reed, Sue, Jhonny y Ben lo tomaron al pie de la letra. Producto de una falla cósmica, los personajes se mantuvieron unidos durante su trayectoria, a pesar de algunos cambios temporales en su formación.

Los mutantes son un caso aparte. El profesor Xavier agrupó a unos jóvenes “raros” que con el paso del tiempo formaron bandos por todos lados, tanto se multiplicaron que sus aventuras son difíciles de llevarlas al día. Sin embargo, tienen un grupo acérrimo que los sigue mientras sus títulos lleven una “X” en la portada.

Pero no todos son buenos. Los villanos también armaron su rancho aparte y, a pesar de su tozudez, nos les importa si siempre pierden en la cancha. Lo importante es molestar. Eso les cae como anillo al dedo.

También están los que trabajan codo a codo, cuando dos alcanzan para la acción, es suficiente. Luke Cage y Puño de Hierro son un claro ejemplo de esto. O Spidey y los cientos de Team-Up que armó durante su carrera en mallas. 

Y las razas dentro de Marvel son otra cuestión. Kree, Skrulls, humanos, mutantes o inhumanos. El sentido de pertenencia, y de educación, de cada uno es tan disímil como separar neoyorquinos y wakandianos. 

Quién es Quién. Este álbum recopila lo mejor de la firma, porque hacerlo entrar todo es tan difícil como descubrir la edad de Logan.

Este viaje recién comienza, querido figuritero... Nuff said.