Es considerada como una metodologías modernista, dentro de la cual, en los últimos años se evidencia un auge significativo del Flipped Classroom. Es un modelo pedagógico en el que los elementos tradicionales de la lección impartida por el profesor se invierten: los materiales educativos primarios son estudiados por los alumnos en casa y, luego, se trabajan en el aula.
El principal objetivo de esta metodología es optimizar el tiempo en clase, lo que permite atender las necesidades especiales de cada alumno, desarrollar proyectos cooperativos o trabajar por proyectos, fortalecer los ámbitos menos comprendidos por los estudiantes, etc.
Esta metodología requiere un elevado compromiso del docente, para ser una guía permanente, un observador cuidadoso de sus alumnos, retroalimentando sus ideas y sus dudas y evaluándolos en todo momento. Su rol en el aula debe ser menos prominente y buscan conectar con homólogos para mejorar su ejercicio y compartir procedimiento.
Los cuatro pilares en los cuales se apoya el modelo de aprendizaje invertido son:
Ambientes flexibles;
Cultura del aprendizaje;
Contenido intencional; y,
Docente profesional.
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