Hace una semana íbamos en el coche pasando sobre avenida Eulalia Guzmán, y le dije a Hugo que fuéramos a la Nueva Santa María a cenar, ya que yo tenía mucha flojera de cocinar. Esa colonia me gusta mucho porque siento que es muy local, como que sólo la gente que vive ahí, o en colonias aledañas la conoce (salvo lugares como el minichelista), con tal de que llegamos, nos estacionamos lejos del parquecito revolución y empezamos a caminar, llegamos a un restaurante bastante malo del cual no hablaré aquí, pero ya cuando íbamos de regreso al coche vimos esta hermosa vitrina con pan recién salido del horno y dijimos ¡quierooooo! así que acordamos que el fin de semana iríamos a desayunar.

Por fin llegó el sábado y llegamos a Xolotl, pedimos una mesa para dos en la parte de afuera (sobre la calle) y nos la dieron en 2 minutos, enseguida la mesera nos invitó a ver el menú a través del código QR y nos ofreció café.

Lo bueno del lugar

• Es un lugar tranquilo, está a unas calles del parque revolución y buscar estacionamiento es fácil.

• De las cosas preciosas del centro y norte de la ciudad es que los restaurantes no son tan estirados, no te juzgan por tu manera de vestir ni te hacen el fuchi como pasa en el sur de la ciudad (la neta), toda la gente es muy amable y los vecinos se acercan a decirte que que rica se ve tu comida o te hacen la plática.

• El servicio es muy rápido (quizá porque fue sábado, supongo que en domingo está más lleno).

• Tienen opciones más sanas como bowls.

• Los precios son justos, el promedio es de $109 por platillo

• El ambiente es súper familiar.

• El lugar es amplio, tienen mesas en el segundo piso y a pie de calle, ambos lugares con buena ventilación (muy importante mientras covid siga en nuestras vidas)

• Aceptan tarjeta y efectivo

Lo malo del lugar

• Sinceramente no le encontré nada malo, a mí me encantó y ya quiero llevar a mi familia a desayunar y después ir un rato al parque bicentenario a jugar con mi sobrino.