Redacción por: Luz Castrejon
Cada año recuerdo las conocidas calandrias que en un inicio eran carruajes tirados por caballos y que fueron uno de los mayores atractivos turísticos con los que contaba el puerto desde la década de los 50's.
Crédito imagen: 24morelos
Es innegable que desde el año 2014 en el que los diputados locales del Congreso de Guerrero aprobaron la Ley de Bienestar Animal, las calandrias se convirtieron en un tema de discusión que duro algunos años, debido a que una parte de la población aprobaba la decisión del no maltrato a los caballos pero otra parte de la población se encontraba en desacuerdo con retirar a los caballos, ya que consideraban que con esto se perdería otro atractivo turístico en el puerto. Pero, ¿realmente se estaba perdiendo otro atractivo turístico en Acapulco? o ¿solo era un atractivo que se estaba modernizando a está época?
Sin duda alguna, pienso que las calandrias son un recuerdo imborrable para muchos acapulqueños y turistas, ya que sus decoraciones en su mayoría con luces, figuras y globos que era caracterizados con diferentes temáticas, siempre llamaban la atención a plena vista.
Por un lado, entiendo que para los acapulqueños que desde pequeños crecimos viendo esos espectaculares caballos jalando los carruseles que parecían ser sacados de un verdadero cuento de hadas, inevitablemente recibimos con nostalgia la noticia de ya no poder admirar los caballos cada que salíamos. Además, creo que al igual que yo, no todos los acapulqueños tuvimos la oportunidad de disfrutar de un paseo por toda la costera a bordo de estás calandrias. Pero, por otro lado, estoy segura que la gran mayoría de los acapulqueños aplaudieron la acción de respetar y cuidar de la vida e integridad de los caballos.
Muchas veces el tener un sentimiento de apegó y nostalgia no permite comprender claramente los hechos y la razón. En este caso, no sé comprendía el maltrato y trabajo forzado al que estaban sometidos estos caballos, pues en su mayoría se encontraban en una deplorable situación en la que no eran alimentados correctamente, no recibían consultas por veterinarios, era obligados a trabajar forzadamente sin descanso al menos 6 días de 7 que tiene la semana y cuando no se encontraban en condiciones de trabajar, comúnmente eran abandonados. Incluso en algunas ocasiones estos caballos terminaban muriendo de hambre.
Recuerdo los comentarios en redes sociales de los acapulqueños cuando se daba a conocer la vida que llevaban estos caballos. Todos los comentarios eran para exigir justicia y un mejor trato para estos animales. Así que no hay duda de que fue buena decisión el retirar a los caballos y remplazarlos por cuatrimotos, ya que finalmente todo tiene un ciclo que concluye en un final o una remodelación. Además, estoy segura que con esta acción Acapulco, se convierte en un ejemplo de humanidad hacia los caballos. Finalmente estamos en una época donde las voces se están alzando para lograr el respeto a los derechos de los seres vivos.
Por eso, será mejor recordar las calandrias por promocionales como el de la comedia "El Rey de Acapulco" estrenada en el año de 1971 y protagonizada por Gaspar Henanine "Capulina", Jacqueline Voltaire y Lina Marín. Un promocional en el que se observaba a los protagonistas dando un paseo en una calandria por la Costera Miguel Alemán a la altura del hotel Holiday Inn, hoy Calinda.
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