Por Robert Lemm

Uno podría preguntarse qué interés los ángeles del cielo puedan tener en conquistar la tierra. Y no se trata solamente de los demonios que pertenecen a las tradicionales huestes de Satanás, cuya influencia en los asuntos humanos es indudable. El caso es que hubo otra categoría de ángeles caídos, los así llamados “vigilantes”, como consta en el libro bíblico de Henoc. Se trata de los que sobrevivieron a las aguas del diluvio y cuyo pecado consiste en haberse mezclado con mujeres mortales, engendrando en ellas a los gigantes abominados por Dios. Resulta que su descendencia se fue prolongando a lo largo de los siglos hasta nuestros días. Los más recientes supieron encontrarse y unirse en una familia secreta cuyo objetivo es guardar el equilibrio entre los poderosos del planeta. Operan como falange invisible, teniendo sus tentáculos en todas latitudes.

Los protagonistas de la novela son dos hermanos cubanos, Emanuel y Daniel, judíos que han despertado el interés de los vigilantes. Al primero lo sacan de la Isla de Castro; el otro vive en la libertad de Miami. Al principio parece que los vigilantes actúan con buenas intenciones. Pero gradualmente los hermanos se sienten secuestrados y mantenidos lejos el uno del otro. La meta de los vigilantes es sobrevivir, y para ello han fijado sus ojos en una sinagoga de la Habana donde el abuelo de los hermanos figura como rabino. En un espacio secreto de este edificio celebran un ritual para investir a Daniel como su sucesor, parecido a como los budistas invisten al nuevo Dalai Lama, o como maniobran los masones en sus logias. Sea como sea, los vigilantes representan una abominación para el judaísmo.

La historia de la novela lleva al lector a muchos países y lugares ocultos. Los vigilantes son una especie de hombres y hembras genéticamente superiores que disponen de una fuerza física e una inteligencia amplificados, amén de una habilidad en el uso de los recursos tecnológicos más avanzados, para decir nada de los contactos que tienen con muchos gobiernos al más alto nivel. Los que gobiernan por su parte son ávidos de conocerlos, ya que les procuran los medios para ejercer y continuar su poder.

En el transcurso de la historia los hermanos, separados, son transportados a donde la familia los necesita para sus planes. Pero Emanuel y Daniel sólo quieren una cosa: juntarse para siempre y no tener que ver nada ya con esa familia infausta. Al final los vigilantes heréticos, que parecían invencibles, son aniquilados por sus muy poderosos opositores ortodoxos, cuyo líder resulta ser un acaudalado creyente de Alá. Liberados, y provistos de plata abundante y buenas perspectivas, llegan a Miami para continuar con sus vidas, en espera tal vez de una Cuba libre.

La novela tiene todos los ingredientes para convertirse en una serie para Netflix. Hay suspenso sobrado, acciones espectaculares, gran variedad de ambientes. De la idea de una familia invisible conectada con el poder también existe una versión cristiana. Hay, si no me equivoco, una breve referencia a propósito de ella en el libro. Podría ser la familia del National Breakfast Prayer en Washington D.C. fundada por un tal Abraham Vereide, de procedencia noruega. Esta falange, que también quiere ser invisible, usa a Cristo con fines puramente seculares. Sus miembros se sienten llamados y escogidos por el cielo para asumir el poder en el reino de este mundo. Su única debilidad es que con el tiempo se hicieron visibles.

Robert Lemm. Nació el 7 de mayo de 1945 en Rotterdam, es autor, historiador, hispanista y traductor. Hizo sus estudios en Barcelona (1964-65), Amsterdam (1967-1973), Bogotá (1969-1970) y Nueva York (1976-1977). En 1979 le concedieron el Premio Martinus Nijhoff para sus traducciones de autores españoles e hispanoamericanos al holandés: Benito Pérez Galdós, Octavio Paz, José Donoso, Pablo Neruda y Alejo Carpentier. La primera obra de su propia mano se publicó en 1981 bajo el título Bloedjas (Abrigo de sangre): cinco biografías breves de dictadores latinoamericanos del siglo XIX. Luego siguieron en los años ochenta un estudio sobre la nueva novela latinoamericana (Heimwee naar het heden-Nostalgia del presente) y un libro con relatos sobre la conquista de América (Alba de América). En los años noventa aparecieron: El literato como filósofo, la biografía interior de Jorge Luis Borges; La inquisición española; El dorado, realidad y sueño; Historia de España. También hizo aparecer dos colecciones de ensayos sobre temas literarios y filosóficos, y traducciones de la poesía de Jorge Luis Borges y De los nombres de Cristo de fray Luis de León. En 1999 publicó una antología de aforismos (Ziel van vlees en bloed; Alma de carne y hueso) tomada de la obra completa de Miguel de Unamuno. Aparte de Unamuno, introdujo en Holanda a los genios de Joseph de Maistre, Juan Donoso Cortés, Léon Bloy y Giovanni Papini por medio de sus obras claves. Un capítulo aparte forman los libros dedicados a ciertos aspectos del mundo católico: las apariciones de la Virgen en Amsterdam entre 1945 y 1959, el ocaso de la Iglesia en Holanda y el papa Juan Pablo II. En 2008 apareció su libro sobre la visionaria mariana Sor María de Agreda. Otras publicaciones de Lemm tratan del visionario sueco Emanuel Swedenborg y de las vicisitudes de un falangista español. Robert Lemm reside en Amsterdam. Con regularidad ha dado conferencias sobre temas relacionados con su obra, tanto en holandés como en español. Entre 1995 y 1997 dió un curso sobre historia y literatura hispánicas en Surinam (la Guayana holandesa hasta 1975). De varios de sus libros aparecieron segundas y terceras ediciones. Uno de ellos, sobre la Inquisición Española, ha sido traducido al alemán y tuvo dos ediciones en 1996 y 2005.